Formación de quistes de Naididae y Opystocistidae (Oligochaeta) como estrategia adaptativa para tolerar la desecación en humedales marginales del río Paraná Medio

MONTALTO, LUCIANA Y MARCHESE, MERCEDES

Escuela Superior de Sanidad (UNL), Santa Fe

Jornada; 69º Reunión de Comunicaciones Científicas; 2004

Asociación de Ciencias Naturales del Litoral; Instituto Nacional de Limnología (INALI-CONICET-UNL); Facultad de Humanidades y Ciencias (UNL); Escuela Superior de Sanidad (UNL)

Los humedales marginales o zonas de transición acuático-terrestres (ATTZ), son áreas modeladas por el pulso hidrosedimentológico. El ingreso del agua en la ATTZ permite la colonización de invertebrados provenientes de la ribera del río. En la fase de estiaje, estos organismos deben adaptarse a condiciones de sequía a partir de una amplia variedad de respuestas adaptativas. Para los oligoquetos, hasta el presente, fue registrada la formación de quistes de resistencia para Tubifex tubifex, Lamprodrilus mrazeki y Lumbricus variegatus (Cernosvitov, 1927; Semernoi, 1971; Anlauf, 1990). En este trabajo se describe la formación de quistes en Dero (D) multibranchiata (Naididae) y Trieminentia corderoi (Opistocystidae) como adaptación a condiciones de desecación. Las muestras de sedimento fueron colectadas en un humedal marginal inundado por el río Tiradero Viejo (cauce secundario del río Paraná Medio) con un muestreador tubular a 10 m y 30 m de la ribera del río (cinco réplicas por cada estación), quincenalmente durante junio y julio de 2001 durante el periodo de aguas bajas. El material fue fijado en formol al 10 % y filtrado por un tamiz de 100 mm de abertura de malla, luego los quistes fueron extraídos bajo lupa y medidos en microscopio óptico. Las variables ambientales analizadas fueron: temperatura del aire, humedad relativa, granulometría, contenido de materia orgánica y de agua en el sedimento. La presencia de quistes fue observada en las muestras después de 14 días en seco. La longitud de los quistes fue de 0,88 mm a 2,84 mm y de 2,25 a 2,40 para D. (D) multibranchiata y T. corderoi, respectivamente. La densidad de organismos enquistados fue de 102 a 560 quistes.m-2 y 0 a 102 quistes.m-2, para D. (D) multibranchiata y T. corderoi, respectivamente. Se puede concluir que ambas especies  pueden formar quistes como una estrategia adaptativa que les permite sobrevivir a condiciones de desecación y colonizar nuevos hábitats.