Nuevas tendencias agroproductivas y su incidencia en la sustentabilidad de los agroecosistemas

PATRICIA VAZQUEZ; LAURA ZULAICA

San Miguel de Tucumán

Congreso; I Congreso Latinoamericano (IV Argentino) de Conservación de la Biodiversidad; 2010

Universidad Nacional de Tucumán

La preocupación creciente por la conservación de la biodiversidad es un hecho ineludible en la planificación agroproductiva. Sin embargo, su conservación es planteada generalmente como un dilema entre el uso agrícola de sus componentes o su mantenimiento en áreas prístinas. Los sistemas agrícolas ocupan un 70% de los ecosistemas terrestres y uno de sus principales recursos es la diversidad biológica. El Convenio sobre Biodiversidad (UNEP, COP III, 1997) destaca que la agrobiodiversidad ofrece una oportunidad única para compatibilizar los objetivos de conservación de la biodiversidad con el uso sostenible de sus componentes. Sobre la base de estudios previos, el presente trabajo analiza los impactos ambientales de la denominada agricultura tradicional en la región pampeana y expone un conjunto de prácticas (incluidas en el paradigma de la agricultura sustentable) que surgen para asegurar la protección del ambiente, la salud de los trabajadores y la preservación de la biodiversidad. El trabajo demandó la realización de entrevistas a informantes calificados y la utilización de herramientas de teledetección, en un establecimiento rural representativo del sudeste pampeano (Buenos Aires, Argentina). El análisis comparativo cuali-cuantitativo se realizó para tres momentos que representaron cambios significativos en las prácticas de producción: las campañas agrícolas 1991/1992 (producción agropecuaria tradicional), 2001/2002 (eliminación de la ganadería y siembra directa) y 2009/2010 (siembra de precisión). Los resultados obtenidos demuestran que para  la campaña 2009/2010, el personal toma mayor concientización de los riesgos nocivos del trabajo rural (por capacitación), incorporando el uso de  mascaras, guantes, etc.; los fertilizantes (con la siembra de precisión) intentan acercase a un balance más ajustado entre las entradas y salidas de N y P, para evitar la pérdida de nutrientes en el sistema, como así también el exceso de nutrientes que pueden afectar el ambiente con eutrofización. Se utilizan plaguicidas cuyas dosis y compuestos activos implican un menor riesgo de contaminación a la flora y fauna nativa. La siembra directa mejora el riesgo de erosión de los suelos y contribuye a la retención de agua en los mismos. Mientras que la siembra de precisión mejora aun más esta situación, con una mayor diversificación de los cultivos realizados en el agroecosistema (al sembrase por ambientes), lo que contribuye significativamente al aumento de la agrobiodiversidad. Se observa también que los alambrados dejan de ser eliminados lo que contribuye favorablemente en la disminución del impacto sobre la biodiversidad del agroecosistema. Muchas de las prácticas adoptadas (Buenas Prácticas Agrícolas - BPA) constituyen una herramienta tendiente a la sustentabilidad de las explotaciones agropecuarias. Actualmente, las posibilidades de certificación de este tipo de prácticas, plantean un desafío para los productores rurales y la comunidad científica, promoviendo nuevas modalidades agroproductivas.