INVESTIGADORES
LADIO Ana Haydee
congresos y reuniones científicas
Título:
Información científica clave para la gestión y conservación del ecosistema biocultural del Pewen en Chile y Argentina.
Autor/es:
SANGUINETTI, JAVIER; DIDGEN, R; DONOSO CALDERON, S; GALLO, LEONARDO; GONZALEZ, M; IBARRA, T; LADIO A H; LAMBERTUCCI, S; MARCHELLI, P
Lugar:
San Carlos de Bariloche
Reunión:
Congreso; VI Jornadas Forestales Patagonicas; 2022
Institución organizadora:
INTA
Resumen:
En el norte de la Patagonia andina chileno-argentina se encuentra uno de los bosques más espectaculares; endémicos y de distribución restringida de la región: el de Araucaria (Araucaria araucana) o “Pewen” en lengua Mapuche. El nombre nativo de esta conífera perenne deriva de “pen”; mirar; observar y “wenu”; cielo. Es decir; son los árboles que miran hacia el cielo; en alusión a la forma que tiene la copa en el individuo maduro. El bosque de Pewen con sus especies asociadas del género Nothofagus; es único desde el punto de vista evolutivo; biológico y sociocultural. Desde hace miles de años; el Pueblo Mapuche convive con el pewen. La palabra “mapu” tiene muchas acepciones en Mapuzungun; refiere a un territorio en sentido físico e identitario; pero también a un sentir de ser parte de un sistema material y simbólico específico; por eso la gente que vive en bosques de pewen se autodenomina “pewenche”. El pewenche utiliza y administra sus semillas (piñones o gijiw en su lengua); su resina; su corteza y sus ramas y otros recursos del bosque; para vivir. De este modo; este grupo humano ha desarrollado prácticas; conocimientos y creencias asociadas a estos bosques. Su interdependencia y significancia para la supervivencia fue tal; que el pewen y su ambiente se transformaron en el centro de su cosmovisión espiritual que le da sentido de vida al Pueblo Mapuche-Pewenche. Por este motivo; los bosques de Pewen son un ecosistema biocultural.El pewen presenta una serie de adaptaciones particulares e interacciones inusuales con distintos componentes vegetales y animales que son la base fundamental del funcionamiento ecológico del ecosistema y de su diversificación genética que le permiten a la especie contrarrestar su lento crecimiento; su limitada capacidad reproductiva y de dispersión de sus semillas y competir para resistir ante escenarios cambiantes gobernados por los disturbios y la variabilidad climática.