INVESTIGADORES
CARAVACA jimena
congresos y reuniones científicas
Título:
DEBATE SOBRE GÉNESIS Y CONFIGURACIÓN DISCIPLINAR DE LA HISTORIA ECONÓMICA EN MÉXICO (1927-1989)
Autor/es:
CARAVACA, JIMENA
Lugar:
CDMX
Reunión:
Seminario; Seminario Interinstitucional de Historia Económica; 2021
Institución organizadora:
ColMex, UNAM, Instituto Mora
Resumen:
La apuesta analítica es por el caso nacional mexicano, pero cuando se trata de saberes sociales y humanos aun cuando el análisis se enfoque en el caso nacional, no es solamente sobre lo mexicano. Isabel lo denomina campo de estudios, género o dominio disciplinar. Creo que se preocupa mas específicamente por el cómo se conformó eso que llamamos historia económica y menos por darle un nombre específico que defina sus particularidades. Y digo eso que llamamos historia económica porque hay una cuestión que el libro presenta claramente: en lo que se presenta como inicios de la disciplina la identificación de historia económica es mas analítica que nativa, hablando en términos antropológicos. Son trabajos que historiadores o economistas hacían sobre cuestiones económicas del pasado, pero no se asumían como parte, todavía, de algo específico. Sobre esto voy a volver más adelante. El texto se ordena cronológicamente y ubica los comienzos de la historia económica a partir del contexto posrevolucionario, cuando en 1927 Jesús Silva Herzog publicó Conferencias. Apuntes sobre la evolución económica de México. Esto llama la atención sobre una cuestión central que a mi entender el texto trata muy logradamente: la relación de los saberes con los tiempos y repertorios políticos institucionales de los contextos nacionales, lo que, por otro lado, nunca son nacionales en sentido estricto sino vinculados a otros procesos por fuera de los espacios locales. Es decir, queda en evidencia en el texto que el derrotero de una disciplina se relaciona tanto con el contexto internacional (geopolítico, aunque el libro no lo mencione de ese modo, pero también en el plano de la formulación de saberes en otros contextos) como con las condiciones política locales. Esto, a su vez, deja en evidencia los usos políticos de esos saberes. La historia económica se usaba, o se pretendía usar, para operar sobre la toma de decisiones de política económica, por ejemplo. Pero la cronología propuesta en el trabajo también muestra el peso, la importancia de algunas figuras que a título individual o en pequeños grupos lograron impulsar el campo de estudios específico, o transformarlo luego. El caso de Daniel Cosío Villegas es emblemático, por su doble rol de funcionario y académico, pero también en tanto impulsor de proyectos editoriales que dieron forma al campo de la economía mexicana y regional, primero, y de la historia económica particularmente, según recupera Isabel en su investigación. La conjunción entre talante e iniciativa personal de algunos intelectuales con el contexto político local queda en evidencia en la primera parada de la cronología que propone el texto, el periodo de los pioneros entre 1927 y 1955. Mientras que, nos dice el texto, la revolución definió el camino y la agenda de cuestiones a atender, algunas figuras como los mencionados Cosío Villegas y Silva Herzog dieron forma, a tiendas, sin que eso fuera guiado por una intención clara, a un campo profesional, de estudios, que contribuiría dotar a Estado de nuevas herramientas conceptuales a través de un funcionariado capacitado. Aquí se presenta el listado de instituciones universitarias, museos, revistas y editoriales creadas alrededor de la historia, de la economía y de eso que luego fue la historia económica. En este momento la disciplina (o las disciplinas, la economía y la historia económica) mientras cerraban filas detrás de cuestiones que serían identitarias a cada una de ellas, se topaban con el problema del dato: no había producción estadística, o no la suficiente, porque en esos momentos las oficinas de estadísticas también tomaban forma o actualizaban el tipo de información a relevar o las herramientas técnico metodológicas para hacerlo. Es en este primer momento que el libro presenta 3 tendencias que conviven dentro de los estudios de historia económica: la marxista, de la que Silva era un exponente, la liberal, con Cosío como figura, ambas, a su vez, presentes entre quienes provenían de la economía; y la institucional, mas presente entre quienes venían de la historia. El trabajo se hace cargo de la dificultad que trae aparejado este tipo de encasillamientos ideológico- metodológicos: Silva Herzog era marxista pero también muchas cosas mas, como nacionalista, por lo que en su producción esas identidades estaban presentes, a veces en disputa, a veces acompasadas. De allí que el texto defina a este período como heterogéneo y autodidacta.