INVESTIGADORES
CARAVACA jimena
congresos y reuniones científicas
Título:
De la importación a la producción local de ideas económicas: Argentina, 1920-1950
Autor/es:
CARAVACA, JIMENA
Lugar:
Mendoza
Reunión:
Jornada; XIV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia; 2013
Institución organizadora:
FFyL, Universidad Nacional de Cuyo
Resumen:
El artículo analizará formas de circulación transnacional de los saberes en momentos específicos de la historia argentina entre 1920 y 1950. En particular, se analizarán los mecanismos por los cuales ciertas formas de comprender y operar sobre el mundo económico circularon internacionalmente y fueron apropiados y resignificados, creativa y utilitariamente, local y regionalmente. Por supuesto, hacia comienzos del siglo XX la circulación de conocimientos no era una novedad; durante buena parte del siglo anterior, por ejemplo, tuvieron lugar una serie de intercambios, flujos y transacciones de teorías y conocimientos que tomaron diferente formas. Se ha estudiado, entre otros, a científicos europeos que han sido contratados desde el último cuarto del siglo XIX para organizar instituciones científicas y académicas en Argentina (Carreras, 2006). En el campo particular de la economía, expertos franceses e ingleses fueron convocados en la región como voces autorizadas para sugerir reformas, creación de instituciones, políticas económicas, etc. Entre ellos resultan interesantes las trayectorias de Jean Gustav Courcelle-Seneuil y de Paul Pradier- Foderé, ambos profesores franceses, que fueron convocados en la segunda mitad del siglo XIX por Chile y Perú respectivamente2. Los análisis que los ?sabios franceses? ofrecían para esos países, eran retomados desde la Argentina como pertinentes para la resolución de la situación local. Esto da cuenta de un temprano canal de circulación de conocimientos sur-sur. Los saberes europeos llegaban a través de expertos a otros países de la región. Desde allí se retomaban como válidos para explicar también la situación particular argentina. Dentro del período de este trabajo se seleccionan algunos ?momentos fuertes?. El primero de ellos es la visita del profesor de la Universidad de París Gaston Jèze, quien fue convocado por autoridades nacionales durante el año de 1923 a dictar una serie de conferencias, que terminaron por dar forma a un programa de gobierno. Si bien la 1 Doctora en Ciencias Sociales (FSOC/UBA), Doctora en Historia (Paris 7 Diderot), docente de la Universidad de Buenos Aires. Investigadora posdoctoral IDES/CONICET. Contacto: jimenacaravaca@gmail.com 2 En menor medida las teorías, sugerencias y explicaciones del profesor francés Michel Chevalier también han sido retomadas desde la Argentina. Chevalier viajó a Estados Unidos y de allí a México. La potencialidad económica del país latino lo llevó a promocionar ese destino como la tierra prometida para las inversiones francesas, y desde entonces se convirtió en un propagandista de sus virtudes. Resulta interesante destacar que Chevalier separó analíticamente por primera vez a América en latina y anglosajona. Ver Abramson, 1999: 53. 3 apelación y legitimación de políticas a partir de las voces de expertos internacionales era una práctica de larga data, este parece ser el primer caso- al menos en el ámbito económico- en que se convocó oficialmente a una figura internacional para el análisis in situ de la coyuntura local y la consiguiente presentación de indicaciones para revertir aspectos económicos puntuales. Luego de la crisis económica de 1930 tuvo lugar otra visita internacional, esta vez proveniente de Inglaterra. Se trató del perito Otto Niemeyer, un experto de trayectoria internacional reconocido como ?Money doctor?, que fue convocado en 1933 para dar forma al proyecto de creación del Banco Central. Niemeyer estuvo acompañado de una comitiva académica y técnica. A tres meses de su llegada ofreció al gobierno nacional un informe con recomendaciones para la creación de un Banco Central, institución que por entonces estaba siendo creada en varios países de la región. No se analizarán en el trabajo los contenidos técnicos del informe, sino la forma en la que las recomendaciones de este perito se combinaron, más o menos explícitamente, con las miradas expertas locales, entre ellas fundamentalmente la de un joven Raúl Prebisch. El Banco Central de la República Argentina, finalmente creado en 1935, es producto de la combinación creativa y utilitaria de concepciones y teorías locales e internacionales, combinación de la cual Prebisch fue ideólogo responsable. A partir de su figura se analiza un tercer momento, que representa también otra forma de circulación de saberes. Desde la creación del Banco Central en Argentina y a partir de la ruptura que el movimiento peronista significó en la carrera de Prebisch, comenzó su reconocimiento internacional como experto en materia económica. En los años de 1940 Prebisch fue convocado por otros países de la región para organizar los sistemas bancarios centrales públicos. Su apreciación sobre las particularidades de la región, plasmada en el documento ?El desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas?, presentado en la conferencia de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe- CEPAL-, en 1949, se convertiría en un ?manifiesto? para comprender y actuar sobre la economía de la región. Desde entonces, Prebisch se convertiría en el primer economista ?de exportación? de la región, invirtiendo de este modo una tendencia hacia la transferencia de saberes que venía teniendo lugar en el otro sentido. 4 Al hablar de circulación de conocimientos nos interesa de dotar de agencia a los participantes locales del mecanismo de circulación, los que, a pesar de las relaciones asimétricas de poder entre los países productores de teorías y la Argentina de entonces, pudieron plantear los límites de la aplicabilidad de esas teorías al contexto local, discutir con los autores referentes y desarrollar una forma ?a la Argentina? de los pensamientos de origen transnacional. Es decir, la diferencia material entre países no indica, necesariamente, que exista una ?importación? acrítica de las teorías por parte de países como la Argentina. Esta postura se apoya en trabajos que, para otros contextos, han relativizado las nociones de centro y periferia en la producción del conocimiento. Mauricio Tenorio Trillo analizó el proceso de modernización de las ciencias sociales en y entre México y los Estados Unidos para el período 1880-1940. Su investigación sirve como ejemplo de cómo el país en muchos sentidos periférico, México, no era pasivo en ese proceso (Tenorio Trillo, 1999). De este modo, se entiende al proceso de circulación de los conocimientos como aproximación activa, selectiva y estratégica a los saberes importados por parte de los actores locales (Conrad et al., 2007). En la misma línea, si bien las relaciones económicas de la Argentina y la región con los países ?en algún momento- productores de teorías son tenidas en cuenta al momento del análisis, ello no supone necesariamente que esa relación se traduzca en una presión unidireccional, como parece desprenderse de la hipótesis de Peter Gourevitch (Gourevitch, 2005). Si bien Gourevitch incorpora la relación con otros países menos como un límite y más como un vínculo activo, no parece contemplar la capacidad de los ?receptores? para modificar la teoría, y más aún, para utilizarla estratégica y discursivamente, como veremos en estas páginas. El autor de cuenta de una serie de mecanismos de influencia de los países centrales, especialmente aplicables para el caso de los Estados Unidos en el siglo XX, que hacen que los consensos epistemológicos cambiantes se difundan por el mundo. Entre ellos resultan centrales el acceso a los mercados de los países centrales, a su capital, la ayuda militar y económica, los rediseños de las deudas y la asistencia militar (Gourevitch, 2005: 31). Si bien incorpora en el análisis de la circulación de los conocimientos o doctrinas económicas los factores internos de los países ?receptores?, su modelo analítico no le permite dar cuenta de algunas usos utilitarios de las referencias legitimantes que se esconden tras el discurso local. 5 La hipótesis que subyace en este trabajo es que los saberes sociales se vinculan directamente con el constante proceso de modernización estatal, proceso que puede verse reflejado tanto por la incorporación de técnicos y expertos en diversas materias al aparato estatal, como por la toma de decisiones políticas bajo el amparo ?discursivo o real- de una teoría que las sustente y legitime, entre otras manifestaciones. De allí que resulte imprescindible incluir en el análisis las formas por las cuales un cuerpo teórico de origen externo fue apropiado, resignificado y legitimado localmente. Esto obliga a repasar en las influencias, tácitas o manifiestas, que dieron forma al debate argentino y regional, y a las formas en que esos conocimientos circularon transnacionalmente. La aproximación transnacional aplicada al mundo de los conocimientos implica por un lado sostener que los límites del Estado nación no son suficientes para explicar el proceso por el cual un saber se impone sobre otros y, como en el caso de la economía, da forma al Estado a través de sus intervenciones. Del mismo modo en que Daniel Rodgers analizó la circulación atlántica de saberes sociales entre Europa y los Estados Unidos, se sostiene que la formación del conocimiento social no se dio en Argentina y en Europa, sino en el espacio entre ellas, a través de la circulación, adaptación, redefinición y discusión de esos conocimientos (Rodgers, 2000)3.