Una sorpresa inesperada: la correspondencia de María Rosa Oliver en torno al pacifismo soviético y el Tercer Mundo. Un ensayo sobre las escalas

ADRIANA PETRA

Boston

Congreso; Latin American Studies Association 2019. Nuestra América: Justice and Inclusion; 2019

Latin American Studies Association

La organización frentista más importante del comunismo de Guerra Fría, el Movimiento de Partidarios de la Paz, fue una estructura transnacional que abarcó los cinco continentes, con grado de implantación y éxito variables según las vicisitudes del movimiento comunista en cada país y región. A diferencia de su predecesor, el movimiento antifascista, en él tuvieron un importante papel los países africanos y asiáticos recientemente descolonizados y, desde la Conferencia de Bandung (1955), organizados en torno a la denominación ?Tercer Mundo?. Se trató de una geografía novedosa en cuya delimitación tuvieron un rol principal los intelectuales que prestaron su apoyo a las organizaciones pacifistas promovidas por la URSS, quienes establecieron, a través de viajes, corresponsalías y el largo brazo de la diplomacia cultural, lecturas capaces de conectar la historia latinoamericana con la situación de los países asiáticos, habilitando un mirada Sur-Sur que la Revolución Cubana vendrá a refrendar. La ponencia se propone abordar estas conexiones y circulaciones a partir de la correspondencia de la escritora argentina María Rosa Oliver, figura principal del Movimiento de Partidarios por la Paz a nivel mundial, con los colombianos Jorge Zalamea y Diego Montaña Cuellar. A través de este caso, se espera reflexionar sobre las posibilidades que el seguimiento de ciertos itinerarios ofrece para pensar una escala mayor, la de los contactos y redes transnacionales y las geografías simbólicas que en la década de 1950 conformaron un capítulo escasamente explorado del antimperialismo comunista.