El pecado del cosmopolita. Los intelectuales comunistas y las tradiciones culturales entre el peronismo y la guerra fría

ADRIANA PETRA

Montevideo

Jornada; I Jornadas de Investigación del Archivo General de la Universidad: Ideas, saberes e instituciones del conocimiento; 2009

Archivo General de la Universidad de la República

En los estudios dedicados al proceso de conformación de la Nueva Izquierda, el espacio dedicado a analizar el lugar del Partido Comunista (PC)en el campo intelectual argentino puede resumirse en algunas certezas que explicarían la ruptura generalizada de la joven intelectualidad con el partido en el que buena parte de ella tuvo su educación política durante el régimen peronista. La más importante es que el PC estaba lejos de ser un "partido de ideas" debido a que, con siempre señalada excepción de Héctor Agosti, su relación con los intelectuales se basaba en una operación sencilla: la obediencia a las direcciones partidarias o la expulsión a las filas de los renegados o ideólogos pequeñoburgueses.A cambio de estas certezas, sin embargo, el problema del "intelectual comunista", es decir, de la relación entre los intelectuales como grupo social y la organización partidaria, ha recibido una escasa atención historiográfica, y lo mismo puede decirse del campo de los partidos de la izquierda argentina dentro de los cuales se produjo un proceso de fragmentación creciente desde mediados de los años 50. En definitiva, si aceptamos que el comunista era prácticamente un "partido sin intelectuales" carecería de sentido indagar en la relación entre ambos desde el momento en que el mismo problema no podría ser ni siquiera planteado,  y por lo tanto deberíamos seguir excluyendo cualquier acercamiento que no tuviera su punto de partida y de llegada en el monolitismo dogmático y el antiintelectualismo crónico del comunismo argentino. Sin embargo, es posible que un enfoque menos atento a las consideraciones normativas pueda avanzar en la elucidación de un capítulo de la historia de los intelectuales argentinos y arrojar luz sobre los mecanismos complejos mediante los cuales se produce la adhesión de un intelectual a una familia política particular y los rasgos a menudo plurales que esta adopta y que pueden explicarse tanto por las posiciones ocupadas en el campo intelectual como en el interior de la institución partidaria. En este contexto de problemas, el objetivo de este trabajo es realizar un primer acercamiento a la cuestión de los intelectuales comunistas en las décadas del 50 y 60, a través del análisis de una serie de polémicas sobre la herencia cultural, la literatura nacional y el lugar de los intelectuales en la cultura política comunista (en el marco de los conflictos sobre la recepción de las teorías soviéticas sobre el realismo socialista codificadas por Andrei Zhdanov desde 1947) que derivaron en la realización del Primer Congreso de Intelectuales Comunistas en 1956. Desde entonces y hasta los primeros años de la década del 60, la cuestión de los intelectuales y el comunismo se planteó sobre un escenario nuevo, marcado por las repercusiones del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), por un efecto generacional al interior de sus organizaciones culturales y, finalmente, por una general reorganización del espacio intelectual argentino posterior a la caída del gobierno peronista en 1955.