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En los estudios dedicados al proceso de gestación de la nueva izquierda se ha prestado escasa atención al fenómeno de difusión y recepción de la cultura italiana de posguerra, con la excepción de los trabajos del filósofo Antonio Gramsci, cuya empresa de traducción y edición correspondió primero a Héctor Agosti, en el seno del Partido Comunista, pero cuyo legado teórico ha quedado indeleblemente asociada a la empresa político-intelectual de la revista cordobesa Pasado y Presente, cuyos miembros tempranamente recibieron el luego exitoso calificativo de los "gramscianos argentinos". Sin embargo, como lo señaló el propio José M. Aricó, durante los años cincuenta y hasta mediados de los años 60, se produjo un desplazamiento de las preferencias culturales de la intelligentsia argentina, caracterizada por su histórica francofilia, hacia el mundo cultural italiano, el que ofrecía una vitalidad sorprendente tanto en la literatura y el cine como en el propio campo del marxismo, desde las contribuciones a la teoría estética de Galvano Della Volpe hasta la profunda tarea de revisión emprendida desde los años 60 por revistas y pequeñas formaciones político-culturales como Quaderni Rossi y las posteriores Quaderni Piacentini y Classe Operaria.En este sentido, es posible describir una curva en el fenómeno de recepción de la cultura italiana de posguerra en la Argentina que tendría su inicio en los últimos años de la década del 40, cuando a través de las empresas editoriales ligadas a la revista Sur se inició un sistemático proceso de traducción de los autores neorrealistas italianos, pasando por las dificultades del Partido Comunista Argentino para incorporar modelos estéticos que sus intelectuales jóvenes consideraban, en contraposición a los mandatos del realismo socialista, uno de los más importantes fenómenos culturales de la época, hasta llegar a las reformulaciones del "radicalismo intelectual" italiano de los años 60, que Pasado y Presente introdujo al debate marxista local como insumo intelectual del único trabajo empírico emprendido por la revista: el informe sobre los conflictos obreros ocurridos en la planta automotriz Fiat en 1965.El objetivo de este trabajo es, en suma, analizar la primera etapa de la revista Pasado y Presente como un momento fundamental de la recepción de la cultura marxista italiana, intentando menos rastrear las distintas estaciones de su "aura gramsciana" (nacional-popular primero, consejista luego) que colocar la revista en un proceso más vasto y complejo de recepción y circulación de ideas que tuvo lugar en el mundo occidental desde la ruptura de la homogeneidad comunista en los años 50.

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