BECAS
DECIMA Debora Leticia
congresos y reuniones científicas
Título:
Formas de resistencia popular frente a los procesos de expansión urbana fragmentada
Autor/es:
DECIMA, DEBORA LETICIA
Lugar:
La Plata. Buenos Aires
Reunión:
Congreso; III COLOQUIO INTERNACIONAL ENCONFLICTOS URBANOS. Red Iberoamericana de Investigación en políticas, conflictos y movimientos urbanos; 2023
Institución organizadora:
Universidad Nacional de La Plata
Resumen:
El Gran San Miguel de Tucumán (GSMT) constituye una ciudad intermedia del noroeste de Argentina, ubicado en el centro de la provincia de Tucumán. Durante su proceso de de conformación actual, las villas y asentamientos informales se desarrollaron de manera precipitada tomando gran impulso desde la migración campo-ciudad derivada del cierre masivo de los ingenios azucareros (Pucci, 2007; Bolsi y Paolasso, 2009). Con el correr de los años se produjo una mayor concentración espacial de la pobreza, con estos sectores asentados en territorios caracterizados por deficientes condiciones materiales, de servicios y ambientales para el asentamiento del ser humano. Por lo que actualmente este aglomerado se encuentra fragmentado, con asentamientos informales que padecen fenómenos de exclusión, estigmatización y marginación, profundizando sus condiciones de vulnerabilidad. Entrampados bajo las formas capitalistas del mercado de trabajo, estos sujetos sufren condiciones de desinserción o precariedad laboral, lo que genera mayores privaciones en estos a la hora de la satisfacción de las necesidades (Del Castillo, 2012). Es entonces que, resultan incluidos precariamente en las metrópolis, sin posibilidad de acceso a la toma de decisiones políticas de impacto en su medio cercano. Es dentro de ese marco que interesa indagar acerca de los procesos y situaciones de tensión entre diferentes modalidades de expansión urbana, que coexisten entre las administraciones del GSMT. Este trabajo se propone analizar y comprender los procesos de expansión urbana fragmentada y segregada y las luchas sociales relacionadas con los mismos. A tales fines, los casos seleccionados son los barrios Costanera Norte y Diagonal Norte, ambos considerados villa miseria de acuerdo a su período de conformación. No obstante, ambos barrios presentan problemáticas distintas, asociadas a las características sociales, laborales y los contextos ambiental y urbano en el que se insertan. Mientras la población del barrio Costanera Norte ostenta una situación de pobreza extrema, con mayoría desocupada dedicada principalmente al cartoneo y trabajos temporales; en el barrio Diagonal Norte existe menor índice de desocupación, aunque mediante trabajo informal, por lo que las condiciones de vida son sensiblemente mejores. Costanera se localiza en el margen del río Salí, contaminado y separado del centro capitalino por el extenso Parque 9 de Julio. Mientras el barrio Diagonal se asienta sobre las ex vías del ferrocarril, atravesando parte de la centralidad principal del municipio Yerba Buena, caracterizada por un uso orientado a sectores de elevado poder adquisitivo. En el mismo sentido, mientras la Capital concentra la mayor parte de los asentamientos informales del GSMT, Yerba Buena lo hace con las urbanizaciones cerradas, por lo que el contexto de uno y otro barrio, así como sus problemáticas y constitución social, se encuentran en diálogo con este contexto social y urbano. Este aspecto repercute en una multiplicidad de diferencias entre las que se destaca la magnitud que cobra el problema de las adicciones en el caso de Costanera Norte, que pone como prioridad al consumo problemático de sustancias psicoactivas en sus múltiples aristas (Boldrini et al., 2018), donde el espacio público resulta cooptado por las bandas dedicadas a la venta de droga. A diferencia de las condiciones de vida y emergentes problemáticos que presenta el barrio Diagonal Norte, comprimido entre urbanizaciones cerradas y con una fuerte presión del mercado inmobiliario, especialmente sobre su espacio público, enfocada en los últimos años en el predio El Sapito, una cancha de fútbol sostenida por los vecinos y vecinas durante más de 50 años, alojada en un terreno bacante. Sobre estos casos, se desarrolla una estrategia de investigación cualitativa mediante el trabajo de campo dentro de los asentamientos informales, con observación in situ, mediante técnicas de observación con participación y entrevistas semiestructuradas en profundidad a actores claves de los procesos estudiados (Souza Minayo, 2004; Yuni y Urbano, 2003; Guber, 2009; Taylor y Bogdan, 1990). A partir de los datos obtenidos se plantea indagar principalmente sobre las formas de resistencia popular en pos de la defensa y recuperación del espacio público, y las distintas estrategias implementadas por parte de la comunidad, frente a las presiones de las bandas dedicadas al narcomenudeo en un caso, y del mercado inmobiliario en otro. Se trata de la acción, organizada, de algunos vecinos y vecinas -en ocasiones acompañados por profesionales, técnicos y referentes del Estado u organizaciones sociales- en el marco de proyectos colectivos para la conquista de derechos. El presente trabajo evidencia cómo la comunicación que opera sobre la base de prácticas colectivas se trasforma en una herramienta de resistencia en los barrios Costanera Norte y Diagonal Norte. En ambos casos de estudio, los vecinos y vecinas se encuentran de manera estratégica para dar respuesta a una situación opresiva de la que quieren emanciparse. En ese proceso, la comunicación y el hábitat son dimensiones protagónicas que configuran una forma específica de producir comunicación, la comunicación popular, que se transforma en una dimensión motora para las personas imposibilitadas de articular su palabra (Villamayor, 2014). Por eso, esta respuesta colectiva de los vecinos y vecinas de ambos barrios puede leerse en clave de reterritorialización (Haesbaert, 2018) emancipatoria, realizada desde una comunicación alternativa al modelo neoliberal, al mercado y a las redes de narcotráfico. En este proceso, la intersección entre comunicación y hábitat emerge como un bastión de resistencia frente a los intentos de apropiación. En el caso Costanera Norte, y como reacción a la violencia de la dinámica del narcomenudeo, al embate de las redes de narcotráfico y a las consecuencias del consumo problemático de drogas en los jóvenes, emerge en forma disruptiva la salud en medio de la enfermedad a partir de las acciones colectivas repolitizantes de cierto sector de la comunidad, con el acompañamiento de técnicos del Dispositivo de Salud en Adicciones. Mientras que en el caso Diagonal Norte la fuerza que contrarresta el avasallamiento del mercado inmobiliario es el grito que rompe con el silencio, e implica la participación en la resistencia de vecinos y vecinas del barrio, acompañados por referentes de La Poderosa.