BECAS
DECIMA Debora Leticia
congresos y reuniones científicas
Título:
Procesos participativos de comunicación en contextos de pobreza y desigualdad
Autor/es:
DECIMA DEBORA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Conferencia; 8° Conferencia latinoamericana y caribeña de Ciencias Sociales (CLACSO). Las luchas por la igualdad, la justicia social y la democracia en un mundo turbulento. Primer Foro mundial del Pensamiento Crítico; 2018
Institución organizadora:
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales CLACSO
Resumen:
Desde mediados de la década del 70, a nivel mundial distintos procesos de concentración de la riqueza han condicionado el desarrollo de la sociedad. En Argentina la pobreza provocó un deterioro social crítico en el Norte argentino, siendo este uno de los rasgos dominantes que caracteriza esta porción del territorio hasta la actualidad (Bolsi y Paolasso, 2009). Años más tarde, la implementación de políticas neoliberales, como ideología, como paradigma económico y como práctica gubernamental, implicarían consecuencias estructurales. Estas condiciones provocaron fuertes impactos en distintas regiones del país, afectando particularmente al Norte argentino, profundizando niveles de carencia y procesos de urbanización caracterizados por el crecimiento de la vulnerabilidad, concentrando la pobreza en las villas miserias (Bolsi y Paolasso, 2009). En los últimos doce años se desarrolló en Argentina un nuevo escenario político, caracterizado por algunos autores como neodesarrollista (Katz, 2006; Svampa, 2008, Féliz, 2011), que involucra permanencias, reapropiaciones y novedades con un reconocimiento implícito (y muchas veces explícito) de la existencia de un movimiento social reconfigurado y con una importante capacidad de confrontación y resistencia (Féliz, 2011). Hay un nuevo rol por parte del Estado, que recupera un carácter activo, operando en forma explícita sobre cuestiones que demandaban su presencia históricamente. Sucede que no pueden mencionarse las políticas públicas, sin pensarlas dentro del marco de una transformación más amplia del Estado, ligada a las mutaciones del empleo y al vaivén de la relación de fuerzas entre clases y grupos que luchan por su control (Wacqüant, 2010). Sólo bajo estas características, es que la ciudad pasó a estructurarse como una sumatoria de mosaicos disgregados, dividiendo socialmente el espacio, excluyendo a los sectores populares. Según Janoschka (2011), la producción de la ciudad neoliberal se inscribe en una extensa gama de políticas reproducidas en gran parte del mundo occidental, que satisface intereses exógenos a la población, contra toda idea de participación y apropiación por parte de los habitantes del lugar. Con estos sectores a los que sólo les queda acceder a las zonas periféricas de la ciudad, en territorios caracterizados por pésimas condiciones materiales, de servicios y ambientales para el asentamiento del ser humano, se produce una mayor concentración espacial de la pobreza. En este contexto, la pobreza urbana, entrampada bajo las formas capitalistas del mercado de trabajo, arroja a los sujetos a condiciones de desinserción o precariedad laboral, lo que genera mayores privaciones en estos a la hora de la satisfacción de las necesidades (Del Castillo, 2012). En este contexto, se entiende a la pobreza como el cuadro situacional estructural de un individuo, familia, grupo o comunidad, a raíz del lugar que ocupa en la estructura socioproductiva, determinando la capacidad y posibilidad de acceso a determinados bienes y servicios (Longhi, 2012). Asimismo, resulta importante el planteo de Amartya Sen (1997), quien propone pensar este fenómeno más allá de los ingresos, para tener en cuenta aquello que subyace detrás de la privación económica. Sen (2005) concibe la pobreza como la privación de capacidades básicas, trasladando la atención principal de los medios (y de un determinado medio que suele ser objeto de atención exclusiva como la renta) a los fines que los hogares e individuos persiguen y, por lo tanto, a las capacidades necesarias para satisfacer estos fines, o superar el estado de pobreza. En términos generales, las familias pobres se caracterizan por analfabetismo o bajos niveles educacionales, menos posibilidades de inserción en el mercado laboral, e insuficiencias nutricionales. Existe una gran relación entre la pobreza y la desnutrición, lo que condiciona la vida de los sujetos a partir de ciertas limitaciones físicas, psíquicas, cognitivas y afectivas, cuando no conduce a la muerte (Longhi, 2012). Observamos entonces como el bajo nivel de vida, la desigualdad, la marginalidad, la vulnerabilidad y la exclusión social que padecen estos sujetos, resultan características de esta porción de la población. No obstante, resulta interesante considerar la calidad de vida, concepto que permite dimensionar tales carencias, a partir de aspectos objetivos y subjetivos del bienestar de las personas (Longhi, 2011). La inequidad atraviesa los imaginarios, las representaciones sociales, la subjetividad y la identidad configuradas en el escenario de la vida cotidiana, en el marco de las relaciones que establece con otros y con su contexto (Quiroga, 2001). La precariedad habitacional, la dificultad de acceder al suelo urbano, y la segregación socio espacial constituyen otras dimensiones de la pobreza. Sumado a la falta de políticas de gestión concretas dirigidas a la cobertura de las problemáticas de la población. Las formas en que la pobreza se ha instalado con mayor crudeza en los barrios populares del Gran San Miguel de Tucumán, y las condiciones de miseria que reviste en algunos casos, condiciona la vida de los sujetos adquiriendo nuevos matices (Boldrini, en prensa). En los últimos años el consumo problemático de sustancias, particularmente de la llamada pasta base o paco, se ha instalado y ha penetrado en lo más profundo de los barrios periféricos del Gran San Miguel de Tucumán. Este fenómeno inabordable por las actuales políticas públicas, significa una amenaza constante en los barrios populares para la vida de varones y mujeres jóvenes especialmente. La subjetividad resulta afectada, tanto como la red vincular y los lazos cada vez más fragmentados, en un proceso donde los sujetos pierden su identidad individual y colectiva, víctimas de la imposibilidad de formar activamente parte de la sociedad. La falta de acceso a los beneficios del suelo urbano consolidado, se suma a una multiplicidad de aspectos vinculados a la falta de oportunidades donde la carencia de herramientas para desarrollar procesos participativos –con fuertes obstáculos comunicacionales- dificulta la promoción de la salud en todos sus aspectos, incluso en la producción del hábitat.Como se dijo, es en el escenario de la vida cotidiana donde se evidencia la reproducción de la ideología dominante por parte del orden jurídico-institucional, reforzado mediante los medios de comunicación de masas (Dorfman, Mattelart, 2010). Todo orden social necesita producir sujetos que reproduzcan esa ideología dominante sin cuestionarla (Quiroga, Racedo, 2007). Naturalizada y reforzada por los medios de comunicación hegemónicos, su tarea consiste en exaltar ciertos aspectos y ocultar otros (Vinelli, 2014). Tales discursos mediáticos funcionan como correas de transmisión de los intereses de las clases dominantes, a través de fenómenos funcionales a la fragmentación social, la persuasión de la pasividad de los sujetos y el sostenimiento de procesos de conservación de las formas de hegemonía (De Moraes, et. al, 2013). Este fenómeno dificulta tanto la articulación entre sectores sociales como la integración en el seno de las comunidades, al momento de producir mejoras en el hábitat de manera participativa (Boldrini, 2012). Frente a este contexto, surge la pregunta acerca de ¿cómo enfrentan los barrios populares estas condiciones de pobreza, teniendo en cuenta especialmente las estrategias de comunicación?. Para ello se propone entonces analizar un caso emblemático del área Metropolitana de San Miguel de Tucumán: el barrio Costanera Norte, el cual se localiza en el municipio Capital, sobre un área degradada y caracterizada por su cercanía a los municipios de Banda del Río Salí y Alderetes, un sector con población mayormente perteneciente a sectores medios y populares, y primacía en la localización de asentamientos populares. Tomamos la experiencia de un grupo de jóvenes que, desde mediados del año 2012 hasta fines del 2013, participaron de un taller de comunicación de la Agencia de Prensa Alternativa con el objetivo de producir y emitir un programa de radio semanal, en una radio precaria del barrio. Estos jóvenes, varones y mujeres de entre 15 y 30 años, pertenecían (actualmente continúan conformados como grupo) a un dispositivo de recuperación de las adicciones, dependiente de la Secretaría de Prevención y Asistencia de las Adicciones de Tucumán. Si bien la tarea principal del taller fue acompañar a los jóvenes en el proceso de creación y aprendizaje, esto se enmarcaba en un proceso más amplio, de carácter terapéutico, con la idea de promover en ellos la salud, desde el fortalecimiento de su protagonismo, su identidad, sus discursos, sus voces, favoreciéndoles la posibilidad de tomar tareas, cumplir con actividades y horarios. Así fue que durante más de un año este grupo de jóvenes llevó adelante su propio programa de radio, al que llamaron “Ganas de vivir”, donde no sólo transmitían información importante para el barrio y su comunidad, sino además denunciaban las injusticias que padecían y contaban las historias desde sus propias voces. Aunque cabe aclarar que no todos los jóvenes participaron, aquellos que lo hicieron experimentaron avances en su proceso terapéutico. Sentirse protagonistas de su historia, darle valor a su palabra y organizarse para alcanzar mejoras a partir de su salud, el grupo y el barrio, dinamizando nuevos procesos de mejora de su calidad de vida que atañen aspectos como el hábitat, el trabajo, y el acceso a la asistencia de la salud. Cotidianamente estigmatizados por pertenecer a un barrio pobre y aún más por ser adictos, el proceso analizado mostró ciertos mecanismos asociados a la comunicación, capaces de promover dinámicas participativas orientadas a la mejora de la calidad de vida.