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En la década de 1980, Hobsbawm y Ranger advertían junto a otros historiadores como Benedict Anderson que muchas de las tradiciones que pueden parecer o, pretenden parecer antiguas, en realidad se fueron forjadas recientemente, a menudo como respuesta a una nueva situación o un tiempo de crisis. Tales relatos de tradición se construyen mediante el empleo de dispositivos simbólicos a través de los cuales buscan forjar la legitimidad que otorga la pátina del pasado, o por el simple hecho de venir desde tiempos inmemoriales. El concepto de tradiciones inventadas o relatos de tradición, se puede utilizar para comprender las utilizaciones del pasado y de la memoria para forjar una determinada identidad que es, por definición, socialmente construida y contingente (Hobsbawm y Ranger, 1983). Alrededor de la construcción/destrucción de memoria pública se instala una dinámica de conflicto con diferentes actores intervinientes. Para explorar los conflictos en la memoria, es necesario analizar la dinámica social en la selección de lugares, fechas, aniversarios y otras conmemoraciones (Jelin, 2002). El objetivo de este trabajo es presentar sucintamente las disputas de sentido político-cultural en la construcción de memoria histórica en la ciudad de San Miguel de Tucumán, a través del estudio de tres casos de construcción/destrucción de memoria pública, que van del año 1906, año en que se decidió la demolición del Cabildo, a 1960, década en que desapareció el segundo busto del Inca Garcilaso, casos todos que analizaremos oportunamente. Este escrito se enmarca en un proyecto de mayor amplitud, sin embargo, en virtud de la extensión requerida por las presentes jornadas, se ha resumido al mínimo para poder dar cuenta de algunos de los aspectos más importantes de este trabajo en construcción.

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