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En los años ?90 del siglo XX, luego de significativas movilizaciones, las comunidades originarias consiguieron su reconocimiento como pueblos indígenas por parte del Estado argentino. Ello quedó asentado luego de la reforma de la Constitución Nacional de 1994, en donde se garantizaba el respeto a su identidad, el derecho a la educación bilingüe e intercultural, el reconocimiento de las personerías jurídicas de sus comunidades y la propiedad colectiva de las tierras que tradicionalmente ocupan. Más de veinte años después, en el año 2007 en la provincia de Tucumán, a partir del pedido del cacique de La Angostura del Valle de Tafí, se conformó un equipo integrado por estudiantes y profesionales de diferentes disciplina ?historia, psicología y arquitectura- cuya tarea fue la de elaborar un relevamiento de las condiciones sociales, culturales, productivas y habitacionales de la Comunidad Indígena de La Angostura, brindándole información organizada y factible de ser utilizada para proyectos de desarrollo; y de esta forma favorecer su proceso de fortalecimiento como comunidad indígena, junto a la reconstrucción de su memoria histórica y social. En esta tarea surgieron diferentes obstáculos vinculados fundamentalmente a la escisión manifiesta entre la teoría y la práctica de las ciencias sociales. Precisamente en el presente artículo se analiza la relación entre el equipo interdisciplinario de investigación y los pobladores de la comunidad, reconstruyendo cuáles fueron los obstáculos, límites y logros durante el trabajo, con el objetivo de sistematizar una propuesta metodológica superadora para este tipo de proyectos de desarrollo y transferencia social.Proyección se encuentra indexada en LATINDEX (en Directorio y Catálogo, cumpliendo con los requisitos 20 y 21).

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