INVESTIGADORES
STEFANI Dorina
congresos y reuniones científicas
Título:
El efecto de la educación sobre el afrontamiento de la enfermedad crónica en cuidadores familiares
Autor/es:
SEIDMANN, S.; STEFANI, D.; PANO, C.; ACRICH, L. ; BAIL PUPKO, V.
Lugar:
Santiago, Chile
Reunión:
Congreso; XXVIII Congreso Interamericano de Psicología; 2001
Institución organizadora:
SOCIEDAD INTERAMERICANA DE PSICOLOGÍA (SIP)
Resumen:
Resumen El propósito de este trabajo es evaluar en dos situaciones de cuidado de un familiar enfermo crónico (madre que cuida a un hijo/a en estado de desvalimiento e hijas que asisten a un progenitor anciano) si el nivel de educación de las cuidadoras influye sobre sus estrategias de afrontamiento y el sentimiento de soledad y aislamiento en que se encuentran. Los resultados obtenidos en este estudio apoyan la hipótesis formulada. A partir de los mismos se puede concluir, con un cierto margen de error, que el nivel educacional influye en la mayoría de las estrategias de afrontamiento y en el sentimiento de soledad y aislamiento, emocionales y sociales. Con respecto al afrontamiento, las estrategias Centrado en el Problema y Búsqueda de Apoyo Social fueron más utilizadas tanto por las madres como por las hijas cuidadoras con educación secundaria o terciaria/universitaria. La mayor educación les permite un mejor acceso a estilos racionales de afrontamiento. Tienen más conocimientos y un mayor repertorio de conductas que les favorece respuestas diferenciadas según el problema. Asimismo, les permite buscar más apoyo entre los miembros relevantes de su red social. Por el contrario, la Evitación resultó ser más utilizada por las cuidadoras con educación primaria, quienes, al no poder resolver la situación, la eluden y recurren a conductas muy primarias, tales como “comer y dormir más de lo habitual” o intentar “borrarse” de la situación. Estos hallazgos concuerdan con los obtenidos en otras investigaciones llevadas a cabo en Estados Unidos y Europa, cuyos resultados mostraron una relación positiva entre el nivel educacional y la utilización de estrategias activas, como las orientadas a resolver el problema y a la búsqueda de apoyo social, y una relación negativa con el empleo de respuestas que evitan o niegan el problema. Es decir que a mayor educación, es más probable un afrontamiento activo y menos probable el empleo de estrategias de evitación (Holahan y Moos, 1987; Billings y Moos, 1984; Del Barrio y cols., 1995). En lo concerniente al aislamiento y soledad en sus dimensiones social y emocional, la mayor intensidad en todas ellas fue informada por las madres e hijas cuidadoras con mayor nivel de educación. Estos resultados fueron relevantes, ya que contrastan con los obtenidos en una investigación anterior del mismo equipo, en que sin especificar la situación vital estresante, la educación brindaba, en términos generales, mayores recursos de afrontamiento para el sentimiento penoso de soledad. En este caso, la situación de amenaza potencial de pérdida de una figura de apego – padres o hijos enfermos – afecta prioritariamente a las cuidadoras familiares con mayor educación, quienes, si bien tienen un mayor caudal de recursos racionales, no están igualmente capacitadas para afrontar las emociones evocadas frente a sus figuras de apego en padecimiento y/o amenaza de pérdida. Es decir que, el hecho de poseer más recursos racionales, no logra atemperar el sufrimiento y las emociones negativas que la amenaza de la enfermedad acarrea. La mayor conciencia trae aparejada una visión más clara de un futuro de sufrimiento incierto para el enfermo crónico y, por ende, las sumerge en un cuadro de mayor desesperación e impotencia. Es notable que acudan al mecanismo de afrontamiento “pensamiento fantasioso” fundamentalmente las madres. Podría interpretarse este mecanismo como un estilo atributivo externo con el cual se deja echada la suerte a un designio exterior. Esta situación produce alivio en las cuidadoras familiares y las exime de una responsabilidad directa en el desenlace de la enfermedad. Sería, por lo tanto, una expresión directa de la percepción de su propia impotencia suplida con la fe.