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La utilización detécnicas no invasivas, entre ellas la Tomografía Computada (TC) por rayos X, hatenido un impacto profundo en el estado del conocimiento de algunos aspectos dela paleontología, en particular, la paleoneurología. Al extremo que, al día dela fecha, más de la mitad de los trabajos realizados en un período de 150 años,han sido en los últimos 20 años. Los datos utilizados en este tipo de estudioscorresponden a las TCs y a las segmentaciones resultantes, que son básicamentecopias digitales -que pueden volverse físicas utilizando impresoras 3D- de losfósiles bajo estudio. Estas copias no se diferencian de los llamados calcos.Mientras que la confección de estos calcos suele estar reglamentada según lasleyes y reglamentos de cada provincia y cada museo que aloje a los originales,las copias digitales (modelos 3D generados a partir de TC o también fotogrametría)y los datos crudos (TC, fotos) están poco o nada mencionados en los protocolosde los museos. A esto se suma que muchas revistas internacionales exigen lapublicación de los modelos 3D y el registro de las TCs en repositoriosdigitales, situación que contrasta a veces con los reglamentos de algunascolecciones. Los resultados preliminares de una encuesta realizada entreinvestigadores y becarios argentinos que utilizan TCs muestran que la mayoríaha encontrado trabas en algún momento del desarrollo de sus proyectos, desde laautorización para realizar TCs, pasando por el acceso a los softwaresnecesarios, hasta la publicación de los modelos y datos crudos. Es evidente queen Argentina esta situación está alcanzando un punto crítico y es necesariocomenzar a discutir las problemáticas relacionadas con el uso de TC, incluyendolas cuestiones éticas que enfrentan los investigadores en el manejo de estosdatos. Proyecto Subsidiado por:ANPCyT PICT 2020-1428

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