De la historia al acontecimiento. Divisas arendtianas para el historiador de cristalizaciones a contrario

LUCAS MARTÍN

San Miguel

Jornada; X Jornadas de Filosofía: ‘Hannah Arendt, el pensar y la política’; 2008

Universidad Nacional General Sarmiento - Universidad Nacional de Córdoba

Solemos entender que la libertad es un bien preciado, la dominación un mal y que esas cosas dependen de los hombres. Podemos preguntarnos entonces cómo puede ser que regímenes de opresión tengan lugar en nuestras sociedades. En el camino que recorreremos “del acontecimiento al poder” nos proponemos analizar, siguiendo la senda enseñada por H. Arendt, el poder de los hombres en tiempos sombríos, de opresión e impotencia. En paritcular, nuestro análisis intenta rescatar el poder de la pluralidad de los hombres de uno de los registros que parecen diluirlo hasta tornarlo su contrario —la impotencia—: el registro de la historia precedente (el otro es el de la dominación). Frente a la visión que remite la comprensión de un acontecimiento exclusivamente a su historia previa, propondré la hipótesis de “la preeminencia del acontecimiento respecto de la historia”. Partiendo de la idea arendtiana de que es el acontecimiento lo que ilumina su propio pasado y no a la inversa, esta hipótesis otorga una preeminencia al acontecimiento respecto del peso de la historia precedente y nos permite remitir el acontecimiento a la esfera de los asuntos humanos y al poder de la pluralidad. Nuestra argumentación se ordenará del siguiente modo. En primer lugar, veremos que entre historia y política existe una afinidad que se deriva del acontecimiento. Luego, en segundo lugar, veremos que la preeminencia del acontecimiento exige el ejercicio de lo que Arendt llama “comprensión”. En tercer lugar, extraeremos de la obra de Arendt una serie de “divisas” historiográficas para evitar perder de vista tanto la singularidad del acontecimiento como su dependencia respecto del poder de los hombres. Finalmente, en cuarto lugar, examinaremos la categoría de cristalización, que nos permite pensar acontecimientos negativos (que se distinguen por su carácter inhumano) en términos positivos, como algo que ha dependido del poder humano.