INVESTIGADORES
CUTULI Romina Denisse
congresos y reuniones científicas
Título:
Trabajo: valores, preferencias y actitudes. El caso de Mar del Plata
Autor/es:
NORBERTO ÁLVAREZ, ROMINA CUTULI, ALEJANDRO MARTINO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; 6º Congreso Nacional de Estudios del Trabajo; 2003
Institución organizadora:
Asociación de Estudios del Trabajo
Resumen:
1 2 GRUPO TEMÁTICO Nº 4: "Identidades, cultura y formas de conciencia en el mundo del trabajo" COORDINADORES: Alberto Bialakowsky, Cecilia Senén González y María Ignacia Costa PONENCIA Trabajo: valores, preferencias y actitudes. El caso de Mar del Pata Álvarez, Norberto (Director)1(Director)1 Cutuli, Romina Martino, Alejandro PROGRAMA DE ESTUDIOS SOBRE POBLACIÓN Y TRABAJO [P&T] – Equipo Trabajo Seminario Permanente de Ciencias Sociales del Trabajo [SPCST] Departamento de Ciencias Sociales - Facultad de Humanidades – U.N.MdP.ROGRAMA DE ESTUDIOS SOBRE POBLACIÓN Y TRABAJO [P&T] – Equipo Trabajo Seminario Permanente de Ciencias Sociales del Trabajo [SPCST] Departamento de Ciencias Sociales - Facultad de Humanidades – U.N.MdP. 1 - Presentación Los últimos años han conocido un renovado interés por el estudio de los valores, preferencias y actitudes en relación con el empleo. Esta creciente inquietud, lejos de ser meramente especulativa, tiene que ver con profundas transformaciones que afectan al papel central que el empleo ha representado en las denominadas "sociedades de trabajo". A excepción de posturas neoliberales extremas, hay un amplio consenso mundial en admitir que, en la transición del siglo, el trastrocamiento de las relaciones salariales ha devenido en la nueva cuestión social2. En el ámbito nacional y, en especial, en el local es innegable que el desempleo y la pobreza se han convertido en el problema social y político por excelencia. Las turbulencias en el mundo del trabajo, las confusiones y la permanente amenaza de exclusión, han logrado que aquella vieja injusticia, aquel sistema alienante, llamado trabajo asalariado, sea visto hoy por la mayoría de la población como una "bendición"3. Los últimos años de política neoliberal en la Argentina han generado un alto deterioro en el tejido social, según la conformación que éste había tomado desde la segunda posguerra. A las reiteradas promesas de eficiencia, estabilidad y salariazo, se contrapone una realidad con severos índices de pobreza que alcanzan a un 50% de la población, mientras que la productividad creció un 70%, el PBI un 50%, la PEA un2. En el ámbito nacional y, en especial, en el local es innegable que el desempleo y la pobreza se han convertido en el problema social y político por excelencia. Las turbulencias en el mundo del trabajo, las confusiones y la permanente amenaza de exclusión, han logrado que aquella vieja injusticia, aquel sistema alienante, llamado trabajo asalariado, sea visto hoy por la mayoría de la población como una "bendición"3. Los últimos años de política neoliberal en la Argentina han generado un alto deterioro en el tejido social, según la conformación que éste había tomado desde la segunda posguerra. A las reiteradas promesas de eficiencia, estabilidad y salariazo, se contrapone una realidad con severos índices de pobreza que alcanzan a un 50% de la población, mientras que la productividad creció un 70%, el PBI un 50%, la PEA un3. Los últimos años de política neoliberal en la Argentina han generado un alto deterioro en el tejido social, según la conformación que éste había tomado desde la segunda posguerra. A las reiteradas promesas de eficiencia, estabilidad y salariazo, se contrapone una realidad con severos índices de pobreza que alcanzan a un 50% de la población, mientras que la productividad creció un 70%, el PBI un 50%, la PEA un 1 Dirección electrónica: nalvarez@mdp.edu.arDirección electrónica: nalvarez@mdp.edu.ar 2 Sobre esta línea argumental existe una abundante bibliografía, ver: R. Castel (1997); A. Blanco (1997).Sobre esta línea argumental existe una abundante bibliografía, ver: R. Castel (1997); A. Blanco (1997). 3 Para un análisis del papel del desempleo como forma de control social en el capitalismo globalizado, ver: N. Álvarez, R. Cutuli y A. Martino (2001).Para un análisis del papel del desempleo como forma de control social en el capitalismo globalizado, ver: N. Álvarez, R. Cutuli y A. Martino (2001). 3 30%, el total de ocupados un 2% y la masa salarial descendió un 3,5%4. Ante cifras tan evidentes, los viejos argumentos del derrame de la riqueza y el crecimiento económico como generador de empleo son insostenibles. La etapa actual del capitalismo ha impuesto un nuevo tipo de pobreza, incomparable con cualquier otra forma histórica. No es ya el resultado natural de la escasez, sino un conjunto de prioridades y restricciones impuestas a la mayoría de la población en nombre de la maximización de las tasas de beneficios empresariales. Las políticas de los ‘90s iniciaron un proceso de desmantelamiento del Estado, deshaciéndose de todo intermediario que pudiera cuestionar las relaciones entre la fuerza laboral y el mercado o perjudicar los intereses de los capitales financieros. La capacidad de negociación y conciliación del Estado fue minimizada y debilitada paulatinamente por el proceso de privatización emprendido acríticamente frente a las exigencias de los organismos internacionales. La lógica de las políticas de ajuste, endeudamiento externo, reducción de la función social del Estado, distribución desigual del ingreso comenzó a prevalecer sobre el intervensionismo y políticas de tipo sociales y distributivas. Mar del Plata es una de las ciudades que ha sido más afectada por el cambio de modelo económico y donde los niveles de pobreza se han manifestado implacables desde el punto de vista cuantitativo y desesperante desde lo humano (no sólo hay más pobres, sino que cada vez son más pobres). La situación social en la región ha alcanzado cifras impensables hace sólo una década. Superando la maquillada y deficiente información provista por del INDEC, se puede constatar que más de 100.000 personas padecen los efectos de la ausencia o deterioro de las relaciones salariales, entre desempleados y precarizados.5 Si además del desempleo consideramos la pobreza, la situación empeora demostrando lo magro de la masa salarial distribuida. Casi la mitad de los habitantes adolecen de las condiciones requeridas para ser excluidos de cualquiera de los indicadores oficiales de pobreza. Los comedores públicos, en todas sus variantes y gamas, están atestados; la demanda de planes sociales oficiales es enorme; la4. Ante cifras tan evidentes, los viejos argumentos del derrame de la riqueza y el crecimiento económico como generador de empleo son insostenibles. La etapa actual del capitalismo ha impuesto un nuevo tipo de pobreza, incomparable con cualquier otra forma histórica. No es ya el resultado natural de la escasez, sino un conjunto de prioridades y restricciones impuestas a la mayoría de la población en nombre de la maximización de las tasas de beneficios empresariales. Las políticas de los ‘90s iniciaron un proceso de desmantelamiento del Estado, deshaciéndose de todo intermediario que pudiera cuestionar las relaciones entre la fuerza laboral y el mercado o perjudicar los intereses de los capitales financieros. La capacidad de negociación y conciliación del Estado fue minimizada y debilitada paulatinamente por el proceso de privatización emprendido acríticamente frente a las exigencias de los organismos internacionales. La lógica de las políticas de ajuste, endeudamiento externo, reducción de la función social del Estado, distribución desigual del ingreso comenzó a prevalecer sobre el intervensionismo y políticas de tipo sociales y distributivas. Mar del Plata es una de las ciudades que ha sido más afectada por el cambio de modelo económico y donde los niveles de pobreza se han manifestado implacables desde el punto de vista cuantitativo y desesperante desde lo humano (no sólo hay más pobres, sino que cada vez son más pobres). La situación social en la región ha alcanzado cifras impensables hace sólo una década. Superando la maquillada y deficiente información provista por del INDEC, se puede constatar que más de 100.000 personas padecen los efectos de la ausencia o deterioro de las relaciones salariales, entre desempleados y precarizados.5 Si además del desempleo consideramos la pobreza, la situación empeora demostrando lo magro de la masa salarial distribuida. Casi la mitad de los habitantes adolecen de las condiciones requeridas para ser excluidos de cualquiera de los indicadores oficiales de pobreza. Los comedores públicos, en todas sus variantes y gamas, están atestados; la demanda de planes sociales oficiales es enorme; la5 Si además del desempleo consideramos la pobreza, la situación empeora demostrando lo magro de la masa salarial distribuida. Casi la mitad de los habitantes adolecen de las condiciones requeridas para ser excluidos de cualquiera de los indicadores oficiales de pobreza. Los comedores públicos, en todas sus variantes y gamas, están atestados; la demanda de planes sociales oficiales es enorme; la 4 Una información más completa de los niveles de pobreza y del incremento de las desigualdades sociales en Argentina se pueden consultar en los sucesivos Informes del Banco Mundial en los últimos cuatro años.Una información más completa de los niveles de pobreza y del incremento de las desigualdades sociales en Argentina se pueden consultar en los sucesivos Informes del Banco Mundial en los últimos cuatro años. 5 Para la información estadística de población, ocupación, subocupación e inactividad en Mar del Plata, ver los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (GrET/INDEC).Para la información estadística de población, ocupación, subocupación e inactividad en Mar del Plata, ver los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (GrET/INDEC).Encuesta Permanente de Hogares (GrET/INDEC). obtención de becas para el polimodal llegó a convertirse en un logro básico; las marchas y reclamos de los pobres es una imagen cotidiana. Desde nuestra concepción, el problema de la inequidad social es una cuestión de distribución de una riqueza socialmente producida que, aún con altibajos y recientemente con declive, ha mantenido una tendencia alcista. El deterioro de la condición salarial (desempleo, más reducción de los salarios, más quebrantamiento de las condiciones de trabajo, más amenaza de despido) está en el origen de la actual pobreza y niveles de exclusión social. La idea de que la pobreza y sus secuelas se originan exclusivamente en un estado recesivo de la economía y que la salida de la misma depende enteramente de factores externos, expone a la sociedad argentina a un dilema político y a los designios del aparato financiero internacional. Es necesario concebir y discutir un sistema político-social que asegure la pertenencia de la amplia mayoría de sus miembros, es decir volver a pensar los mecanismos de inclusión social por fuera de las relaciones puramente salariales. Para ello nos parece indispensable tener una idea más precisa sobre las visiones que la mayoría de la gente tiene sobre el trabajo y la crisis en el mundo del trabajo.. Esta ponencia es parte de un proyecto de investigación ya ejecutado6, destinado a estudiar la percepción de los cambios en el mundo del trabajo y las expectativas sociales sobre su crisis, cuyos resultados se encuentran en vías de publicación7. Para esta ponencia trabajamos exclusivamente a partir de algunos fragmentos de una encuesta y de un conjunto de entrevistas realizadas en el partido de General Pueyrredón a mediados del 2000. Hemos elegido unos segmentos limitados de estos registros, a fin de mostrar algunos resultados y aportar algún elemento de interés al debate en torno a la perdida de centralidad simbólica del trabajo. Previamente, y a modo de introducción a nuestra investigación empírica, haremos un breve repaso sin ánimo de exhaustividad, de algunas puntos de vista en torno a dicho debate.6, destinado a estudiar la percepción de los cambios en el mundo del trabajo y las expectativas sociales sobre su crisis, cuyos resultados se encuentran en vías de publicación7. Para esta ponencia trabajamos exclusivamente a partir de algunos fragmentos de una encuesta y de un conjunto de entrevistas realizadas en el partido de General Pueyrredón a mediados del 2000. Hemos elegido unos segmentos limitados de estos registros, a fin de mostrar algunos resultados y aportar algún elemento de interés al debate en torno a la perdida de centralidad simbólica del trabajo. Previamente, y a modo de introducción a nuestra investigación empírica, haremos un breve repaso sin ánimo de exhaustividad, de algunas puntos de vista en torno a dicho debate.7. Para esta ponencia trabajamos exclusivamente a partir de algunos fragmentos de una encuesta y de un conjunto de entrevistas realizadas en el partido de General Pueyrredón a mediados del 2000. Hemos elegido unos segmentos limitados de estos registros, a fin de mostrar algunos resultados y aportar algún elemento de interés al debate en torno a la perdida de centralidad simbólica del trabajo. Previamente, y a modo de introducción a nuestra investigación empírica, haremos un breve repaso sin ánimo de exhaustividad, de algunas puntos de vista en torno a dicho debate.