Visiones del Trabajo en Mar del Plata

NORBERTO ALVAREZ; ROMINA CUTULI; ALEJANDRO MARTINO; PABLO OBEID

Mar del Plata

Jornada; 4° Jornadas Nacionales del Departamento de Historia; 2002

Departamento de Historia - Universidad Nacional de Mar del Plata

A excepción de posturas neoliberales extremas, hay un amplio consenso mundial en admitir que, en la transición del siglo, el trastrocamiento de las relaciones salariales ha devenido en la nueva cuestión social[1]. En el ámbito nacional y, en especial, en el local es innegable que el desempleo y la pobreza se han convertido en el problema social y político por excelencia. Las turbulencias en el mundo del trabajo, las confusiones y la permanente amenaza de exclusión, han logrado que aquella vieja injusticia, aquel sistema alienante, llamado trabajo asalariado, sea visto hoy por la mayoría de la población como una “bendición”[2]. Los últimos doce años de política neoliberal en la Argentina han generado un alto deterioro en el tejido social, según la conformación que éste había tomado desde la segunda posguerra. A las reiteradas promesas de eficiencia, estabilidad y salariazo, se contrapone una realidad con severos índices de pobreza que alcanzan a un 50% de la población, mientras que la productividad creció un 70%, el PBI un 50%, la PPA un 30%, el total de ocupados un 2% y la masa salarial descendió un 3,5%[3]. Ante cifras tan evidentes, los viejos argumentos del derrame de la riqueza y el crecimiento económico como generador de empleo son insostenibles. La etapa actual del capitalismo ha impuesto un nuevo tipo de pobreza, incomparable con cualquier otra forma histórica. No es ya el resultado natural de la escasez, sino un conjunto de prioridades y restricciones impuestas a la mayoría de la población en nombre de la maximización de las tasas de beneficios empresariales[4].