Arturo Jauretche y el grupo FORJA en el contexto de la ?revolución libertadora? (155-1958). Tácticas políticas y formulaciones ideológicas

CONTRERAS, GUSTAVO NICOLAS; GARCIA, DELIA MARÍA

Pensar a Jauretche

Unipe: Editorial Universitaria

Lugar: Buenos Aires; Año: 2015; p. 113 - 146

En el presente capítulo nos proponemos recuperar la militancia política e ideológica de Arturo Jauretche en el período que transcurre entre el golpe militar en septiembre de 1955 y la victoria electoral de Arturo Frondizi en febrero de 1958. Su trayectoria, no obstante, no será considerada como un itinerario individual, ya que muchas de las prácticas e ideas que desarrolló se corresponden con el accionar de un grupo de exforjistas del cual Jauretche era figura emblemática y referente de notable gravitación. El grupo estaba conformado por cuadros técnicos y profesionales que demostraron cohesión en el accionar político. Si bien Jauretche sostenía enfáticamente que FORJA como asociación política ?disuelta formalmente en 1945- no debía ser vinculada con la acción desarrollada por sus exmilitantes, lo cierto es que, en el contexto político posterior al derrocamiento de Perón, es posible identificar prácticas y cursos de acción de los miembros del grupo que, aún cuando aparezcan como el resultado de decisiones individuales, sugieren la existencia previa de contactos y acuerdos en común para definir conjuntamente determinados objetivos. Este hecho no había escapado a la percepción de John W. Cooke quien, como delegado de Perón, al informarle en una carta sobre los dirigentes allegados al peronismo que individual o colectivamente estaban operando en el inmediato posperonismo, mencionaba al ?grupo FORJA? liderado por Jauretche y Scalabrini Ortiz.En efecto, el grupo FORJA, y Jauretche particularmente, con suma rapidez entendió que el proceso abierto por la autodenominada revolución libertadora, paradójicamente, les devolvía la posibilidad de intervenir otra vez en las formulaciones políticas del movimiento nacional y popular luego del ostracismo político, la cárcel y/o la expulsión partidaria padecidos a partir de 1952. La derrota del peronismo era también una oportunidad para revitalizarlo y renovarlo. El proyecto político e ideológico que daría unidad y sentido al quehacer del grupo en esta etapa, entonces, estaría centrado en el intento de encuadrar orgánicamente un movimiento peronista disperso y confundido e influir en su conducción para restaurar la causa nacional y popular, a la que consideraban abatida junto con el gobierno derrocado. Con Perón en el exilio, otros cuadros políticos propusieron probar nuevas articulaciones y perspectivas para reconducir el movimiento hacia otros horizontes. Dada esta posibilidad, el derrotero del grupo FORJA gana relevancia histórica ya que puede ser interpretado como el punto de partida del primer ensayo político neoperonista. Nos referimos a un comportamiento político de ciertos dirigentes que en el intento de reorganizar a las fuerzas peronistas en el contexto de la revolución libertadora, fundaron su legitimidad en su pertenencia a la elite política que participó en la gestión de gobierno del peronismo entre 1946 y 1955 y que en la coyuntura abierta por el golpe de estado se propusieron competir por la conducción del peronismo con el propio Perón. Lo cierto es que en un contexto complicado, signado por condiciones adversas y sumamente represivas para los peronistas, el grupo de exforjistas se propuso retomar la actividad política para relanzar su propio proyecto, manteniendo dos de sus características distintivas. Por un lado, reafirmaron su identificación con una causa de emancipación nacional y popular, que tenía por objetivos la independencia económica, la soberanía política y la justicia social, mientras que, por el otro, continuaron cultivando una orientación táctica destinada a catapultar a sus cuadros a las instancias de poder gubernamental para concretar su programa. Considerando estas dos perspectivas típicas del grupo, el capítulo se propone recorrer algunas iniciativas significativas que emprendieron sus miembros y al mismo tiempo calibrar la actuación particular de Jauretche. El trabajo con la correspondencia privada del grupo nos permitirá complementar la bibliografía existente sobre el tema y, a su vez, aprovechar esta valiosa fuente de información para conocer de primera mano el ámbito más íntimo de su militancia, sus proyectos y sus apuestas coyunturales. En el recorrido por su itinerario será de nuestro interés analizar: la opción conjunta por reestructurar un Partido (neo)Peronista en el inmediato posperonismo; la edición del semanario político El 45 dirigido por Jauretche, claramente asociado a esta empresa; el acercamiento a los intentos golpistas de mediados de 1956; la militancia en situación de exilio desarrollada en Montevideo, desde donde impulsaron una Agencia Informativa Americana y un Congreso Postal de Exilados; y, finalmente, sus convicciones electorales que promovieron el voto positivo (no blanco) en las elecciones constituyentes de 1957 e impulsaron un Frente Nacional de cara a los comicios presidenciales de 1958. El seguimiento de estos episodios, por último, nos permitirá realizar un balance sobre los resultados obtenidos por Jauretche como dirigente político y en tanto intelectual del llamado movimiento nacional y popular.