Alejandro Heredia y La Rioja en 1816: intermediación y conflictividad política en el marco de las disputas intraelitarias locales

MOREA, ALEJANDRO

Córdoba

Workshop; Córdoba en la investigación histórica actual Proyectos, avances, líneas de investigación; 2015

Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba y Grupo de Investigación Problemas y Debates del Siglo XIX, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Mar del Plata

Los estudios que tratan la independencia del Río de la Plata subestimaron la importancia de la coyuntura de los años 1815-1816. Según Verdo, estos dos años constituyen el ?segundo acto? de la independencia, poniendo a prueba y dando impulso nuevamente a la fórmula política instaurada en 1810 bajo la preeminencia de Buenos Aires (Verdo, 2006:39).El inicio de las sesiones deliberativas del Congreso de Tucumán fue acompañado de una serie de movimientos armados en contra de las autoridades de varias provincias, y fueron liderados por sectores disidentes de las elites locales. En abril de 1816, Javier Villafañe encabezó un levantamiento en contra del Gobernador de La Rioja que en un primer momento resultó exitoso. Sin embargo, Villafañe no logró permanecer en el poder ante la intervención de las autoridades del gobierno central (Ayrolo, 2012, Morea, 2013).A pesar de haber sido enviado a La Rioja por órdenes del Congreso para restituir a Ramón Brizuela y Doria, el teniente coronel Alejandro Heredia, tuvo un comportamiento ambiguo en el conflicto ya que, por momentos, parecía haberse alejado de las órdenes que había recibido y haber tomado partido también por los seguidores de Javier Villafañe y entrado en comunicaciones con el Gobernador de Córdoba. Aunque finalmente Brizuela y Doria fue restituido en su puesto, la conducta del oficial del Ejército Auxiliar quedó envuelta en un manto de sospechas. La presente presentación, por lo tanto, pretende abordar la actuación de Heredia en este conflicto en el marco de las disputas entre los Gobiernos de Córdoba y La Rioja y mientras sesionaba el Congreso de Tucumán que debía elegir al nuevo Director Supremo fijar el rumbo de la revolución.