Vasos comunicantes entre civiles y militares bajo la jurisdicción del tercer cuerpo de Ejército: Córdoba (1976-79)

TCACH, CESAR

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Congreso; LASA XXXIX -Congreso Internacional de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA); 2021

LASA

En 1976 Córdoba fue considerada por los militares argentinos como una jurisdicción de alta prioridad. Por eso, a diferencia de la mayoría de las provincias, tras el golpe su interventor no fue un coronel ?como en la mayoría de las provincias- sino un general de brigada, al igual que sus dos siguientes gobernadores. Probablemente, tres factores incidieron en esa definición: su carácter estratégico desde el punto de vista militar (su ciudad capital era sede del III Cuerpo de Ejército cuya jurisdicción alcanzaba a 9 provincias), la percepción de intensa amenaza subversiva en virtud de la extensión del sindicalismo clasista y la vitalidad de su guerrilla urbana, y la existencia de un aparato industrial moderno y dinámico centrado en la industria automotriz. En 1975, meses antes del golpe de Estado, se había puesto en funcionamiento el primer centro clandestino de detención tutelado por los militares: Campo de la Rivera. Partiendo de la premisa que una de las funciones centrales asignadas por la Junta Militar a los gobernadores fue la de ser agentes de construcción de consenso social, este trabajo prestará especial atención a la construcción de vasos comunicantes con sectores políticos, eclesiásticos y empresariales durante el primer gobierno de la dictadura en Córdoba, encabezado por el general Carlos Chasseing (1976-79). En función de ese interés, se emplea documentación primaria proveniente del Ministerio de Gobierno y del Poder Ejecutivo provincial