INVESTIGADORES
PONCE Juan Jose
congresos y reuniones científicas
Título:
Análisis estratigráfico y modelo deposicional para la Formación Rayoso (Cretácico Inferior) en la Cuenca Neuquina, Provincia del Neuquén.
Autor/es:
PONCE, J.J.; ZAVALA, C.; MARTEAU, V.; DRITTANTI, D.
Lugar:
El Calafate, Santa Cruz
Reunión:
Congreso; XV Congreso Geológico Argentino; 2002
Institución organizadora:
Resumen:
La Formación Rayoso corresponde a
una unidad clástico-evaporítica acumulada en un medio predominantemente
continental, depositada durante el Cretácico temprano de la Cuenca Neuquina y
marca la desconexión de la misma con el Pacífico. Esta unidad se extiende por
más de 15.000 km2 con espesores máximos que superan los 1000 m (Groeber, 1946, 1953;
Herrero Ducloux, 1946; Zollner y Amos, 1973; Uliana et al. 1975; Legarreta, 1985). Internamente se compone por pelitas,
areniscas medias a finas y, en menor medida, niveles evaporíticos que, hasta el
presente, han sido relacionados con sistemas fluviales efímeros con extensos
barreales y llanuras de inundación asociadas (Uliana, et al., 1975); otros autores, por su parte, refieren este sistema a
canales del tipo meandriforme relacionados con planicies de fango afectadas
por acción de marea (Legarreta, 1985). La Formación Rayoso
apoya en contacto neto sobre bancos calcáreos de la F. Huitrín (Mb. La Tosca). Este contacto, a
menudo, se halla disturbado por niveles de despegue tectónico, aprovechando
zonas dúctiles constituidas por niveles de yeso. A su vez, la Formación Rayoso
es cubierta en discordancia (Discordancia Intersenoniana) por la Formación Candeleros
del Grupo Neuquén, donde se observa, a menudo, una truncación de bajo ángulo.
Recientes avances en el conocimiento de la sedimentación en medios clásticos
permiten reinterpretar significativamente la génesis de estos depósitos,
pudiendo así, enmarcar el modelo geológico dentro de un contexto estratigráfico
secuencial de alta resolución. Al igual que en los sistemas turbidíticos, la
existencia de corrientes de densidad (o underflows)
ha sido recientemente reconocida como de fundamental importancia en la
depositación de sistemas lacustres y marinos someros (Mulder y Syvitski, 1995,
Mutti et al., 1996; Mulder et al., 1998; Mulder y Alexander, 2001).
De éstos, los sistemas lacustres son los más susceptibles de albergar este tipo
de depósitos en razón de la menor densidad del agua hospedante (Bates, 1953,
Mulder y Alexander, 2001). Hasta el
presente, la existencia de canalizaciones en los cuerpos clásticos gruesos
(arenosos y conglomerádicos) asociados con pelitas rojas ha sido considerada
como característica de sistemas fluviales subaéreos. De hecho, aunque la
existencia de canalizaciones en sistemas lacustres subácueos pareciera un hecho
común a partir de estudios experimentales y observaciones de sistemas lacustres
actuales, este tipo de depósitos no ha sido reconocido hasta el presente en
sistemas fósiles (Mulder and Alexander, 2001). Posiblemente, muchos de los
sistemas interpretados en la literatura corriente como sistemas fluviales
efímeros en el registro fósil, se hayan acumulado, en realidad, dentro de
sistemas lacustres.