INVESTIGADORES
APESTEGUIA Sebastian
congresos y reuniones científicas
Título:
Mirando al sol: aspectos tafonómicos de tetrápodos cretácicos en la facies “La Buitrera” de la Formación Candeleros, Río Negro, Argentina.
Autor/es:
APESTEGUÍA, S., GARRIDO, A., KRAUSE, J.M., DE VALAIS, S. Y MAKOVICKY, P.J.
Lugar:
Trelew
Reunión:
Jornada; XXIII Jornadas Argentinas de Paleontología de Vertebrados; 2007
Institución organizadora:
Museo Egidio Feruglio
Resumen:
“La Buitrera” es una localidad rionegrina que ha provisto numerosos taxones de micro y mesovertebrados, contenidos en una sucesión de sedimentos fluviales y paleosuelos asociados. La existencia de numerosos icnofósiles de alimentación en restos óseos y la presencia de paleosuelos permite definir condiciones de exposición subaérea. La presencia de motas férricas como principal rasgo en los niveles edafizados, y la escasa horizontación sugieren paleosuelos inmaduros sujetos a frecuentes inundaciones. Se han observado dos modos tafonómicos predominantes: 1) ejemplares bien articulados, en rocas rojas representando paleosuelos inmaduros de albardones con laminación convoluta (saturación ácuea) y 2) ejemplares desarticulados en rocas amarillentas representando depósitos de barras de acreción lateral o topes de point bars, donde se evidencian los agentes subaéreos. Si bien el tipo de preservación dificulta la recuperación del material en posición tanática, el hallazgo frecuente de material craneano con el techo alostósico fuertemente erosionado o, en otros casos, con los cráneos seccionados transversalmente, llamó la atención desde un comienzo. La obtención de postcraneos articulados en buen estado de preservación incluidos en la roca en una posición oblicua a vertical, con la cola hacia el interior de la roca, recuerda la posición de algunos especímenes hallados en el desierto de Gobi (Mongolia), considerados como parte de una tafocenosis de escape. En ella se observan animales, cubiertos por sedimentos depositados durante un evento catastrófico, intentando escapar hacia arriba. Dado que el hallazgo no corresponde a una capa única sino a al menos cuatro, puede deducirse cierta ciclicidad en los eventos catastróficos.