Los procesos erosivos en el litoral atlántico oriental bonaerense: medidas de manejo específico y estrategias en el marco de la gestión integrada de la zoan costera.

SCHNACK E ,J; FEDERICO IGNACIO ISLA; BERTOLA G R; POUSA, J

PUERTO MADRYN

Congreso; VI jornadas Nacionales de Ciencias del Mar, P. Madryn,; 2006

CENPAT

Desde el punto de vista de sus rasgos naturales, el litoral atlántico oriental de la Provincia de Buenos Aires conforma una barrera arenosa que se extiende entre la desembocadura de la laguna Mar Chiquita y Punta Rasa. Es una costa estructuralmente acrecional, generalmente con un perfil disipativo (i.e. dispersión de energía). La existencia de bancos alineados sumergidos desde Punta Médanos al sur, dependiendo de la dirección de las olas, puede generar condiciones reflectivas temporarias (mayor concentración de la energía de las olas). Pese a esta condición natural, extensos sectores costeros, en especial aquéllos desarrollados y sometidos a fuerte presión humana vinculada al turismo, sufren procesos erosivos de gran magnitud. Estos procesos tienen su manifestación más visible por la ocurrencia de fenómenos de carácter episódico asociados a ondas de tormenta (?sudestadas?) que causan modificaciones en el perfil de la playa y un retroceso de la línea de costa que, en algunas localidades, especialmente en el Partido de la Costa, puede alcanzar valores de hasta más de 1 m/año. Otras localidades (Pinamar y Villa Gesell) han sufrido impactos similares. En muchos casos se ha producido destrucción de construcciones e instalaciones en el frente costero. Estos problemas están fuertemente relacionados con la intervención humana que ha alterado el sistema de ganancias y pérdidas (balance de sedimentos), a través de la extracción de arenas con destino a la construcción, la nivelación y urbanización sobre las cadenas de dunas y la falta de una adecuada planificación en el marco de la ?gestión integrada de la zona costera?, que implica el tratamiento de factores naturales y socio-económicos. Sin embargo, cabe considerar que, dada la magnitud y urgencia del problema, es posible la adopción de medidas de corto plazo para detener o mitigar los impactos, mediante buenas prácticas en el ?manejo de la erosión costera?. Entre ellas, existe una tendencia creciente a la aplicación de soluciones ?blandas?, no intrusivas en el paisaje costero, mediante procedimientos de relleno artificial de playas (?refulado?) desde costa afuera, la instalación de arrecifes artificiales, o medidas de manejo de los sistemas de dunas y, adicionalmente, la toma de medidas que aseguren la permanencia de zonas de amortiguación. Paralelamente, en el mediano y largo plazo, se hace necesario adoptar procedimientos de manejo de la erosión en el marco de la gestión integrada de la zona costera.