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La creación de la parroquia de San Pedro, desmembrada del curato de Baradero en 1780, formaba parte de un proceso más vasto de territorialización eclesiástica, que modificó las relaciones entre los propios agentes eclesiásticos, así como entre estos y los feligreses. En el centro de la discusión se encontraba la superposición de jurisdicciones entre párrocos y religiosos, en una región que hasta el momento había contado con escasa presencia del clero secular. A partir del conflicto desatado entre el párroco y el convento franciscano recoleto de San Pedro, procuramos analizar el proceso de construcción de la espacialidad en esta región de la diócesis de Buenos Aires, prestando especial atención a los desplazamientos y la circulación de los agentes religiosos en las áreas rurales, así como a los diversos roles desempeñados por estos en diferentes momentos y contextos. Asimismo, también nos proponemos analizar las dinámicas de estos desplazamientos y las disputas en torno al financiamiento y la captación de recursos por parte de los diferentes agentes religiosos.Por último, nos interesa indagar en las memorias que se movilizaron a partir del conflicto y el lugar que en ellas ocupan los obispos y las visitas diocesanas, las gestiones parroquiales, el servicio religioso administrado por los regulares así como la memoria más larga vinculada al inicio de la ocupación territorial hispano criolla a comienzos del siglo XVII con la instalación de la reducción de indios de Baradero.