INVESTIGADORES
JOSENS Roxana Beatriz
congresos y reuniones científicas
Título:
Experiencias olfativas y toma de Decisiones en hormigas carpinteras.
Autor/es:
JOSENS, R.
Lugar:
Posadas
Reunión:
Congreso; IX Congreso Argentino de Entomología.; 2015
Institución organizadora:
Sociedad Entomológica Argentina
Resumen:
El sentido de la olfacción es la modalidad sensorial predominante y más sofisticada que tienen las hormigas. La cohesión y organización de la colonia se basa en gran medida en la información olfativa, tanto por el reconocimiento de las compañeras de la colonia, como por la comunicación química a través de feromonas. Por lo cual, resulta razonable la innumerable cantidad de estudios sobre este tipo de señales olfativas; pero al referirnos a la utilización de olores ajenos a la colonia, la información que se dispone es más escasa. En esta presentación se hará un resumen sobre una línea de investigación sobre este último caso, que iniciamos en el laboratorio hace casi una década, y en la cual continuamos trabajando. Cuando una hormiga encuentra una fuente de alimento puede adquirir información de diferente modalidad sensorial (olfativa, visual, espacial, etc.). Esta información es obtenida directamente del medio ambiente durante la experiencia individual de la hormiga recolectora. Al encontrar luego el néctar, la hormiga detecta información gustativa del mismo, desde la concentración de azúcares hasta la presencia de sustancias nocivas o aversivas. En base a la evaluación que realiza del valor de este recurso, podrá aceptarlo, consumirlo, llevarlo al nido, realizar comportamientos tendientes a reclutar a otras compañeras y comenzar a repetir ciclos de recolección entre la fuente y el nido. Así, en las sucesivas visitas a la fuente podrá ir asociando por ejemplo cierto olor del sustrato o el microambiente próximo al néctar que le anticipa por dónde encontrará la recompensa. De este modo, la memoria establecida en un contexto individual puede ser relevante para volver a localizar una fuente de alimento.Después de encontrar una fuente de néctar novedosa, al regresar al nido, la hormiga regurgita el néctar contenido en su buche y lo entrega por contactos boca a boca a sus compañeras de colonia, lo que se conoce como trofalaxia. Este comportamiento está muy ligado al reclutamiento en insectos sociales nectívoros. Si el néctar contiene volátiles, las hormigas receptoras en el nido pueden percibir esa información social que está circulando mediante estas interacciones. Más aún, cuando una hormiga establece un contacto trofaláctico, primero percibe el olor y luego al probar el néctar ofrecido por su compañera, puede establecer una memoria asociando ambos estímulos. Este tipo de aprendizaje se considera social, ya que el individuo ha establecido una memoria en el contexto de una interacción. Así, al ser reclutada a una fuente de alimento, dispone de una memoria olfativa del recurso que va a buscar, y que le sirve en la proximidad del néctar para poder orientarse en la localización fina. Presentaremos estudios sobre situaciones para evaluar la función de estas memorias sociales, en las que se presenta cierta discrepancia entre la posible evaluación individual del recurso y el olor aprendido. Se analizó qué información prevalece para la toma de decisiones, la valorización individual del recurso que está probando; o la social, en base a la información aprendida durante el reclutamiento. Los beneficios de la utilización de la información individual o social dependen de la probabilidad de que el recurso cambie. Las fuentes de néctar que visitan las hormigas, suelen ser estables en el tiempo. Dentro de una sociedad de insectos, sus integrantes comparten un interés común: el éxito de la colonia. En ese sentido la información social sobre fuentes estables debería ser altamente confiable y, por ende, sería adaptativo el haber incorporado evolutivamente este patrón de toma de decisiones.