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La glándula tiroides y su hormona tiroidea están estrechamente vinculadas con la metamorfosis en los anuros; tanto la morfología de la glándula como la cantidad de hormona incrementan a medida que avanza el desarrollo. En especies con un desarrollo prolongado, de climas fríos o templados y cuerpos de agua con escasos recursos, o individuos que carecen de glándula tiroidea, el aumento de tamaño del renacuajo estaría asociado al déficit de hormona, lo cual también implicaría cierta imposibilidad o retardo de cambios metamórficos. Pseudis paradoxa tiene una larva con desarrollo prolongado que alcanza gran tamaño y que se cría en cuerpos de agua subtropicales con abundantes recursos. Estas particularidades nos llevan a preguntarnos de que manera en esta especie la glándula tiroides y la producción de hormona varían en relación al desarrollo larval. Para ello presentamos una caracterización morfológica, morfométrica e histológica de la tiroides entre los estadios 25 y 41 de la tabla estándar del desarrollo larval, en Pseudis paradoxa. En el estadio 25, al comienzo de la vida libre, los esbozos tiroideos están bien diferenciados y crecen isométricamente con respecto al tamaño cuerpo. Al comienzo cada esbozo es alargado y presenta ancho uniforme, a partir del estadio 37 crece tanto en longitud como en diámetro para convertirse en un órgano voluminoso en el estadio 41. Durante todo el periodo estudiado hay un incremento gradual en el número de folículos y en el tamaño de los mismos. Este hecho se corrobora histológicamente; en el estadio 25 hay muy pocos folículos formados pero con presencia de coloide, lo que estaría indicando actividad glandular. La presencia de coloide sufre una gradual interrupción hasta el estadio 40 y aumenta abruptamente en el estadio 41 con la mayoría de los folículos llenos. Se comparan y discuten los resultados con información conocida para otras especies.

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