INVESTIGADORES
VILLAROSA gustavo
congresos y reuniones científicas
Título:
REGISTROS PALEOAMBIENTALES EN SEDIMENTOS LACUSTRES DE LA REGIÓN DE NAHUEL HUAPI: Guia de campo del Viaje Intra Congreso
Autor/es:
GUSTAVO VILLAROSA; EMMANUEL CHAPRON
Lugar:
San Carlos de Bariloche, Río Negro, Argentina
Reunión:
Congreso; IV Congreso Latinoamericano de Sedimentología y XI Reunión Argentina de Sedimentología.; 2006
Institución organizadora:
ASOCIACIÓN ARGENTINA DE SEDIMENTOLOGÍA
Resumen:
Los grandes lagos de la zona de Nahuel Huapi tienen un origen vinculado con la evolución estructural de la región, así como con la historia de los acontecimientos glaciales ocurridos durante el Cuaternario. La depresión principal del área de Bariloche tiene relación con el desarrollo de las cuencas extensionales paleógenas. El desarrollo oblicuo de las estructuras más antiguas originó importantes fenómenos de transcurrencia como los que  se observan en las márgenes del lago Nahuel Huapi (Coira et al., 1975). Según este criterio se trataría de una zona de desplazamiento de rumbo con dirección aproximada noroeste-sudeste.  Otros lagos como el Gutiérrez o el Guillelmo se orientan en dirección N-S siguiendo las estructuras previas que condicionaron el emplazamiento de las lenguas de hielo de la última glaciación (Tatut et al., 2000 y 2002). La depresión principal del área de Bariloche tiene relación con el desarrollo de las cuencas extensionales paleógenas. El desarrollo oblicuo de las estructuras más antiguas originó importantes fenómenos de transcurrencia como los que  se observan en las márgenes del lago Nahuel Huapi (Coira et al., 1975). Según este criterio se trataría de una zona de desplazamiento de rumbo con dirección aproximada noroeste-sudeste.  Otros lagos como el Gutiérrez o el Guillelmo se orientan en dirección N-S siguiendo las estructuras previas que condicionaron el emplazamiento de las lenguas de hielo de la última glaciación (Tatut et al., 2000 y 2002). El establecimiento de las cuencas de drenaje actuales resulta del retiro de las lenguas de hielo de las artesas glaciarias y de cambios importantes en el nivel de los lagos proglaciares (Ariztegui et al., 2001). A partir de la aparición de estas cuencas la sedimentación lacustre documenta con alta resolución (anual a decadal) la evolución del clima (Ariztegui et al., 1997, Hajdas et al., 2003, Whitlock et al., 2006,  Ariztegui et al. en prensa), la ocurrencia de eventos volcánicos explosivos (Villarosa et al., 2002 y 2004) y de episodios sísmicos (Chapron et al., 2006). Si bien estos últimos pueden afectar la preservación de las señales climáticas, presentan un enorme potencial para establecer correlaciones precisas a escala regional y analizar su peligrosidad en relación con la presencia humana en el área andina (Villarosa et al., 2006). A partir de la aparición de estas cuencas la sedimentación lacustre documenta con alta resolución (anual a decadal) la evolución del clima (Ariztegui et al., 1997, Hajdas et al., 2003, Whitlock et al., 2006,  Ariztegui et al. en prensa), la ocurrencia de eventos volcánicos explosivos (Villarosa et al., 2002 y 2004) y de episodios sísmicos (Chapron et al., 2006). Si bien estos últimos pueden afectar la preservación de las señales climáticas, presentan un enorme potencial para establecer correlaciones precisas a escala regional y analizar su peligrosidad en relación con la presencia humana en el área andina (Villarosa et al., 2006).