INVESTIGADORES
GRESLEBIN Alina Gabriela
congresos y reuniones científicas
Título:
Interacción hospedante-patógeno en ecosistemas boscosos: el caso Austrocedrus chilensis-Phythopthora austrocedrae en los bosques de la Patagonia Andina
Autor/es:
GRESLEBIN ALINA G.; VÉLEZ, MARÍA LAURA; LA MANNA, LUDMILA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; XIII Congreso Argentino de Micología y 1ra Reunión de la Asociación Micológica Carlos Spegazzini.; 2014
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Micología y 1ra Reunión de la Asociación Micológica Carlos Spegazzini
Resumen:
El ciprés de la cordillera es una especie endémica de los bosques de la Patagonia. Junto con Fitzroya cupressoides (Alerce) y Pilgerodendrom uviferum (Ciprés de las guaitecas) constituyen los únicos representantes de la familia Cupressaceae en la región. Los bosques de ciprés alcanzan su máximo desarrollo en Argentina donde abarcan un amplio gradiente de precipitación. Phytophthora austrocedrae es una especie patógena exótica cuyo único hospedante conocido era A. chilensis hasta que fue hallada en Escocia, causando mortalidad de las cupresáceas Juniperus communis y Chamaecyparis spp. Ensayos de laboratorio mostraron que el Alerce y el Ciprés de las guaitecas, especies en peligro y vulnerable respectivamente según la IUCN, son también susceptibles. La dinámica de la enfermedad es dirigida por una red de factores que actúan de manera compleja y cuyas interrelaciones no están aun totalmente dilucidadas. A nivel de individuo ocurren interacciones múltiples entre los mecanismos de patogenicidad de Phytophthora, los mecanismos de defensa del árbol y las condiciones ambientales. El patógeno invade los tejidos de conducción necrosando el floema y los radios parenquimáticos del xilema. Por parte del árbol se observa la formación de trabéculas y la deposición de sustancias en las traqueidas. También intervienen en este proceso agentes secundarios, como Postia dissecta, que provoca pudriciones en la albura. Todo esto produce una dramática caída de la conducción de agua en los tejidos afectados que conduce al secamiento del árbol. La muerte del árbol se da rápida o lentamente de acuerdo a si el desarrollo del patógeno es exitoso o no. Las razones que impiden el desarrollo exitoso del patógeno no están comprendidas en su totalidad pero incluyen la acción de mecanismos de defensa, como la generación de resinas con componentes fungistáticos, y, posiblemente, condiciones ambientales desfavorables al patógeno (i.e. temperaturas altas). A escala de paisaje la distribución de los bosques afectados se encuentra fuertemente asociada a variables ambientales, especialmente aquellas relacionadas con condiciones que favorecen la proliferación del Phytophthora (i.e. alta humedad del suelo), y al impacto antrópico (redes de caminos y senderos, uso de la tierra, etc.). El impacto en el ecosistema es muy alto, generando una alarmante fragmentación y disminución de la superficie de bosque. El único estudio existente sobre la progresión de la enfermedad muestra que la superficie de bosque afectado en un área dada se incrementó en un 50% en 2 años.