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Las actividades desarrolladas por las aves influyen en las características de su sistema circulatorio. La modalidad de vuelo utilizada podría determinar diferencias en el tamaño del corazón, de acuerdo con su costo energético. El objetivo fue establecer si existen diferencias en el tamaño del corazón relacionadas con el tipo de vuelo realizado por diferentes especies. A partir de registros de masa corporal y del corazón de individuos adultos de ambos sexos, se calculó la masa del corazón como porcentaje de la masa corporal en aves correspondientes a dos grupos: 1) aves que utilizan vuelo planeado, formado por los skuas pardo (Stercorarius antarcticus) (n=36) y polar del sur (S. maccormicki) (n=21), el chimango (Milvago chimango) (n=18) y el carancho (Polyborus plancus) (n=5); 2) especies que realizan únicamente vuelo batido, formado por los petreles de Wilson (Oceanites oceanicus) (n=23) y de las tormentas de vientre blanco (Fregetta tropica) (n=14), la paloma casera (Columba livia) (n=88) y la torcaza (Zenaida auriculata) (n=46). Los datos no mostraron una separación clara de acuerdo al tipo de vuelo. Mientras las especies de vuelo batido mostraron valores homogéneos, entre las especies de vuelo planeado, los skuas presentaron valores elevados, similares a los de las especies del otro grupo, y las aves rapaces presentaron el corazón de menor masa relativa, lo que podría relacionarse con sus hábitos de vuelo planeadores, de bajo costo energético. Las características más ventosas del ambiente marino donde se encuentran los skuas, comparado con el ambiente de las aves rapaces, podrían exigirles un vuelo más forzado, lo que podría parcialmente explicar los resultados. A partir de estos resultados, se puede inferir que el ambiente en el que se encuentran las especies tiene una fuerte influencia, que se complementaría con el tipo de vuelo que realizan, en la determinación del tamaño del corazón.

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