Museo Comunitario Isla Maciel: la pospandemia y el desafío del territorio

GONZALEZ BRACCO, MERCEDES; MONTES DE OCA, GERARDO; FODOR, CARLA; EPHERRA, ALDANA

Quilmes

Congreso; I Congreso Internacional de Historia Pública y Divulgación; 2023

Universidad Nacional de Quilmes

La construcción deldiscurso patrimonial para la difusión de la historia local requiere encuentros,discusiones, debates, intercambios y trabajo en equipo. Las prácticascomunitarias para la generación de proyectos incumben a una diversidad deactores, cada uno de los cuales aporta un enriquecedor abanico de conocimientosy experiencias que se presentan a disposición de un mismo objetivo. El Museo ComunitarioIsla Maciel funciona en la localidad de Isla Maciel del Partido de Avellaneda(provincia de Buenos Aires). Nace en 2014 como una propuesta pedagógica de laEscuela Secundaria N° 24 “Argentino Valle” ubicada en el barrio. Cuenta con unespacio de muestras donde se cuenta la historia del barrio, su relación con elantiguo puerto del Riachuelo y los inmigrantes, a través de fotos y objetosaportados por los vecinos. También posee un auditorio para realizar eventos envivo y proyecciones, y una biblioteca. Desde sus inicios, este proyecto searticula con otros dos: el de Turismo Comunitario, que gestiona visitas guiadasdestinadas tanto a vecinos como a visitantes nacionales y extranjeros paraconocer el patrimonio, la historia y la cultura del barrio; y el de MuralismoComunitario, con el nombre de 'Pintó la Isla', que trabaja vinculando amuralistas reconocidos que vienen a pintar a barrio con alumnos del colegiosecundario y vecinos. En conjunto, estos proyectos buscan recuperar laidentidad barrial, deshacer el estigma que existe sobre el territorio ypresentar el barrio desde una nueva mirada.Desde el inicio delproyecto, muchas personas se han sumado para aportar sus saberes, voluntades yprácticas de manera más esporádica o permanente, lo que resultó fundamentalpara su crecimiento exitoso, que hoy convoca a turistas nacionales einternacionales, artistas, académicos, medios de prensa y muchos otrosinteresados. Como parte del equipo relativamente estable del museo, actualmenteconfluyen museólogos, docentes, investigadores, jubilados, vecinos, ex vecinos,fotógrafos, estudiantes, artistas visuales, militantes y voluntarios (entreotros). Ahora bien, debido a la pandemia, todas las actividades culturalesdisminuyeron, muchas de ellas incluso desaparecieron. En este contexto, losproyectos llevados adelante por el Museo Comunitario – con el espacio cerrado, sinturismo y con acceso limitado al espacio público – se vieron seriamenteafectados, tanto económicamente como en su organización interna y proyección afuturo.Una vez que comenzó aabrir la actividad económica, social y cultural, el Museo reanudó también susacciones, que poco a poco recuperaron el ritmo anterior a la pandemia. Sinembargo, el grupo original ya no existía. Muchos de los participantes habíantomado otros caminos empujados por nuevos intereses o por necesidadeseconómicas. El resto de los integrantes, más los nuevos que se sumaron,extienden entonces sus prácticas a “lo que sea necesario hacer”, lo quepresenta constantes retos. En cada fecha de actividad abierta al público quedamanifiesta la necesidad constante de atraer a nuevos participantes ycolaboradores que pertenezcan a la comunidad barrial.Una de lasestrategias ideadas para lograr este fin es la generación de talleres abiertosy gratuitos para los habitantes, garantizando (cada vez que es posible) losmateriales necesarios. A pesar de las dificultades, la iniciativa permite lageneración de nuevos contactos y un mayor acercamiento a la comunidad. Hasta elmomento se han realizado talleres de comida saludable, enjuncado de sillas,carpintería, rap y distintas expresiones artísticas manuales. Todos ellos hancontado con asistencia escasa pero muy interesada. No obstante, no se consiguióque los asistentes continuaran participando en el museo más allá del tallerespecífico al cual venían. De este modo, la estrategia de revinculación con elterritorio se vio cumplida parcialmente pues, si bien se logró el acercamientode vecinos (y sobre todo vecinas) a los espacios de capacitación de calidad en las distintas actividades propuestas, aun nose consiguió que esto vaya más allá, logrando que los asistentes se apropiendel espacio e integrándose a las actividades regulares del Museo.El desafío de atraera vecinos continúa, se siguen proponiendo acciones que despierten su interés y,a la vez, sean un espacio de resignificación de sus propias historias, saberesy deseos que sumen y enriquezcan el proyecto.