INVESTIGADORES
GONZALEZ BRACCO Maria De Las Mercedes
capítulos de libros
Título:
Identidades barriales alter(iz)adas: inclusiones y exclusiones en la patrimonialización del Casco Histórico de la ciudad de Buenos Aires
Autor/es:
GONZALEZ BRACCO, MERCEDES; LABORDE, SOLEDAD
Libro:
Ciudades (in)descifrables. Imaginarios y representaciones sociales de lo urbano
Editorial:
UNICEN-USTA
Referencias:
Lugar: Tandil; Año: 2019; p. 157 - 189
Resumen:
Losprocesos de patrimonialización implican la selección y la legitimación dedeterminados referentes o elementos que tienen la capacidad de representarsimbólicamente una identidad, siendo activados desde algún sujeto y por lotanto, vinculados a las relaciones de poder (Prats, 1997). A partir de estapremisa, el presente trabajo se propone analizar la relación entre los procesosde patrimonialización del centro histórico de la ciudad de Buenos Aires en elcontexto de desarrollo de la ciudad neoliberal y del multiculturalismo, apartir de la producción de identidades barriales alterizadas y de lasinclusiones - exclusiones de ciertos grupos sociales. Para ello, describiremoslas negociaciones, conflictos y tensiones sobre el patrimonio como recursodesde el Estado y desde distintos sectores sociales que disputan y co-producenel paisaje urbano de la ciudad. La investigación se llevó a cabo desde unaperspectiva etnográfica con una propuesta metodológica-conceptual que pone laatención en la relación entre el orden socio-espacial y la experiencia construidaa partir de las prácticas y representaciones que significan la vida en laciudad comprendidas en la noción de habitar(Duhau y Giglia, 2008). El habitarexpresa el ´un conjunto de prácticas y representaciones que permiten al sujetocolocarse dentro de un orden espacio-temporal, al mismo tiempo reconociéndolo yestableciéndolo. Se trata de reconocer un orden, situarse dentro de él, yestablecer un orden propio´ (Giglia, 2012: 13).Nuestrosupuesto es que la patrimonialización de los barrios del Casco Histórico de laciudad de Buenos Aires conlleva una disputa en torno a la construcción de laidea de ?lo barrial? (Gravano, 2003) y la alterización de ciertos sectoressociales en continuidad con los procesos de producción de la nación y laporteñidad. Proceso que implica una acción política desde las activacionespatrimoniales ´desde arriba´ y ´desde abajo´ que coadyuvan a la producción deun paisaje urbano como ordenamiento de las diferencias y de las presenciasdeseables y posibles en la centralidad de la ciudad.La autonomización de la ciudad deBuenos Aires en 1996 se constituyó como un nuevo punto de partida en laconstrucción de herramientas de política pública vinculadas tanto al desarrolloinmobiliario como al posicionamiento de Buenos Aires como destino de turismourbano, dando inicio a un nuevo tipo de gestión de la cultura?espectacularizada?. En el Casco Histórico el sector privado profundizó laactivación de nuevos atractivos para seducir a un mercado que fuediversificándose y sofisticándose. Aparecieron nichos antes desconocidos o pocoexplotados, como el turismo de cruceros, de congresos y convenciones, elturismo gay, estudiantil, idiomático, entre otros. Muchos de estos nuevosemprendimientos propusieron al Casco Histórico, junto con su patrimoniocultural y urbano, como parte de la ?experiencia? ofrecida al turista, quepuede incluir asistir a una milonga, ir a pasear y a comer a lugares por fuerade los circuitos tradicionales, o alojarse en viejas casas chorizo reconvertidas en hoteles boutique. Por otra parte, primaron las políticas culturalesvinculadas a posicionar a la ciudad como un centro cultural y de espectáculos,por lo que se expandió notoriamente la organización de eventos tales comofestivales y recitales, tanto para los ciudadanos como para el consumoturístico. Estas dos tendencias sufrieron, aligual que el resto de la economía nacional, los embates de la crisis que seprofundizó hacia fines de los 90 y que estalló en diciembre de 2001, para luegodispararse de manera meteórica en los años de recuperación posterior, en lo quese dio en llamar el boom (Gorelik,2006), acelerando y potenciando el proceso de renovación urbana. Como parte deeste proceso, se construyó la actual ?imagen? de barrio histórico y culturalatractivo a cierto perfil de clases medias, que se instalaron en casas antiguasy PHs a reciclar o ya reciclados (Ostuni etal., 2008).Lacalle Defensa es uno de los ejes que estructura el Centro Histórico y a la vez,es la que pone de relieve la relevancia del espacio público como rasgodistintivo en el proceso de transformación de la recualificación urbana(Crovara y Girola, 2009) y como ámbito de mediación, a través del cual lasidentidades sociales, las prácticas e imágenes socio-espaciales pueden sercreadas y contestadas (Menezes, 2009). Si bien este eje turístico se consolidóen la década del 90, el paisaje sigue mostrando que la puesta en escenaurbanística escenográfica patrimonial no termina de completarse de maneraideal.  Además de la presenciaheterogénea de población, es posible encontrarse con locales de diseño al ladode los viejos anticuarios, casas patrimoniales remozadas junto a otras nopatrimoniales con fachadas deterioradas por falta de mantenimiento, entre otrasdisrupciones del ?paisaje tradicional?. Apesar de estos contrastes, este cambio de paisaje más orientado al carácter posmoderno de la ciudad (Amendola, 2000)que se nuclea principalmente en esta calle contrasta con la mayoría de lascuadras del barrio en relación con el tipo de población que lo habita. Losresidentes en calidad de turistas o de extranjeros jóvenes que hacen estanciascortas y eligen vivir en este ?barrio bohemio? son un número acotado encomparación con la mayoría de la población de residencia permanente. Dichapoblación es de una gran heterogeneidad expresada en una clase media,media-alta y baja que vive en  antiguoscaserones restaurados, pequeños departamentos de alquiler y/o en casastomadas-. Así por ejemplo, en los últimos años un grupo de vecinos de clasemedia junto a comerciantes de del barrio vienen buscando instalar unordenamiento territorial en torno a la idea de ´distrito histórico´ - enconsonancia con los distritos económicos promovidos por el gobierno de laciudad. Con la idea de promover un desarrollo económico controlado que respeteel patrimonio urbano, controle la turistificación del barrio y preserve laidentidad del barrio, desde este ámbito se propone una imagen de San Telmovinculada al cosmopolitismo y al consumo cultural.Lazona, a su vez, es apropiada por diversos sectores populares, personas ensituación de calle u otros que en su mayoría no residen en la zona ni en laciudad de Buenos Aires pero que llegan al centro histórico para trabajar en loscomercios, como vendedores ambulantes o en las ferias de usado y de artesanías,como artistas callejeros, para pasear o incluso como un lugar de gran contenidosimbólico para llevar a cabo prácticas culturales específicas, como porejemplo, los afrouruguayos y candomberos, quienes se construyen allí a partir decierta resignificación del sentido de lugar del Casco Histórico en continuidadcon el pasado esclavista y el presente de prácticas de candombe porlas calles.Estaspresencias ´más populares´ al igual que el impulso desarrollador de los nuevosemprendimientos fueron observadas por la Dirección General de Casco Históricocomo rasgos que afectan a la identidad del área. En tal sentido, observamos queel Estado opera en favor del imaginario de ciudad tradicional en congruenciacon el desarrollo de ciudad neoliberal, expresando las contradiccionesinherentes a la producción de ´lo barrial´. Podemos decir que el proceso de patrimonialización y de puesta envalor no llegó a reemplazar a la población de los sectores medio-bajos ypopulares, quizá porque la esfera del mercado no fue el único actorinterviniente y el proceso de reconversión tampoco atrajo grandes inversoresprivados. Así,creemos que resulta fundamental rescatar la importancia del plano simbólico enlas disputas por la legitimación de los distintos grupos sociales, dado que lasinclusiones y exclusiones no juegan solo en términos de clase sino en lasposibilidades de apropiación efectiva de la ciudad desde los distintos grupos.¿Qué ocurre entonces con la heterogeneidad de sujetos y dimensiones simbólicasque ´no entran´ en el escenario patrimonial? Analizaremos aquí la relaciónentre los actores legitimados para ocupar y producir el centro histórico (desdeel Estado a las organizaciones de comerciantes, galerías de arte y visitantes yresidentes que comulgan con esa ´imagen´ construida del espacio) y lasorganizaciones populares que negocian su inclusión y resisten las negaciones yexpulsiones a partir de una presencia que interpela el planocultural-simbólico.