INVESTIGADORES
GUEMUREMAN Silvia Teresa
capítulos de libros
Título:
Epilogo: Hacer justicia con la justicia ¿otro modo de hacer el bien?
Autor/es:
DAROQUI, ALCIRA; GUEMUREMAN, SILVIA; SPATARI, GABRIELA
Libro:
Erase una vez ... un tribunal de menores
Editorial:
Departamento de Publicaciones de la Facultad de Derecho /UBA
Referencias:
Lugar: Ciudad de Buenos Aires; Año: 2005; p. 165 - 183
Resumen:
Algunas de las reflexiones que conforman este epílogo no encontrarán sustento en ningún corpus concreto de material relevable por ninguna técnica de investigación por más sofisticada que ella sea, solo la práctica cotidiana, y la “vigilancia” crítica de esa práctica permite objetivar las incomodidades que provoca la particular situación de tener que dar respuestas concretas a personas concretas en circunstancias concretas, flanqueados por la urgencias de cada día y las irreparabilidades de lo que no se hizo ayer, en otras intervenciones, en panoramas menos hostiles, menos siniestros. Quizá las reflexiones que vamos a hacer, logren desterrar dos mitos muy arraigados: 1) Que en la justicia todas las intervenciones son pensadas, sopesadas, y aplicadas luego de exhaustivos y fríos análisis. 2) Que los agentes judiciales que las ponen en ejecución no “sufren” o   se cuestionan sus propias decisiones, que las asumen solo burocráticamente, como si la imperiosidad de tener que “hacer” suprimiera todos los conflictos acerca del bienestar, el bien, lo mejor, lo menos dañino, el interés superior del niño, lo más saludable. También la justicia de menores en su aplicación concreta deja una angustiante conclusión que se presenta todo el tiempo y en cada momento de la investigación: su gran “inasibilidad”. Esta característica del “ser inasible” de la justicia de menores está íntimamente relacionada con la resolución de los conflictos en el día a día de un juzgado. Trabajar con la urgencia implica, por un lado, considerar a los diferentes actores que se desempeñan en la justicia:  sea que estos estén  totalmente descomprometidos, o aún íntegramente consustanciados en el marco de su función y con la problemática que deben abordar, frente a la urgencia se unifican las decisiones que básicamente tienden a colocar el “manto del resguardo” por sobre todo y a pesar de todo. No sólo se pretende que queden a salvo los  “menores del riesgo al que están expuestos”, sino también el tribunal y la conciencia de sus agentes-operadores.