Sentir, desear, creer. Una aproximación filosófica a los conceptos psicológicos

PEREZ, DIANA INÉS

Prometeo

Lugar: Buenos Aires; Año: 2013 p. 277

978-987-574-599-5

El propósito de este libro es desarrollar una teoría acerca de los conceptos psicológicos. Considero que este tipo de conceptos juegan un rol fundamental en nuestras vidas humanas y en las intrincadas, profundas y gratificantes formas peculiares de interacción en las que nos involucramos los unos con los otros. Comprender más acabadamente nuestras humanas formas de interacción, comunicación, cooperación y afecto compartido ha sido el motor de mis reflexiones. El tema de los conceptos psicológicos tiene además una centralidad indiscutible para muchos problemas filosóficos. En efecto, hay una serie de tradicionales problemas filosóficos en los cuales la naturaleza de estos conceptos se da por sentada (a mi juicio de una manera errónea) generando respuestas cuestionables y planteos irresolubles. Es un objetivo específico de este libro (que es básicamente un libro escrito por una filósofa para filósofos) proponer una reconsideración de la manera de comprender los conceptos psicológicos, y a partir de allí revisar viejas disputas filosóficas como el problema mente-cuerpo, el conocimiento privilegiado de la primera persona, la naturaleza de la conciencia fenoménica, la relación entre la experiencia y los juicios de experiencia, la naturaleza de la psicología folk, la viabilidad del eliminativismo, la relación entre los conceptos psicológicos ordinarios y los conceptos de una futura (posible?) psicología madura, entre otras cuestiones que aquí se tratarán. Pero, además, es mi interés mostrar cómo esta comprensión de los conceptos psicológicos no sólo permite replantear cuestiones teóricas importantes, sino también repensar nuestros modos prácticos de interacción con nuestros congéneres. En efecto, intentaré mostrar que ciertas respuestas a cuestiones relativas a los conceptos psicológicos y las capacidades mentalistas (es decir la capacidad que tenemos de entendernos los unos a los otros como seres con mentes) dependen de peculiares (y cuestionables) asunciones acerca de la naturaleza humana, y de condiciones sociales contingentes presupuestas en nuestros modos de interacción. (Se adjuntan las galeras a las que les falta la corrección de estilo, no dispongo de la versión definitiva en formato electrónico)