Espeleotemas silíceas en rocas graníticas del batolito de Achala (Sierra Grande), provincia de Córdoba

PASQUINI, A.I., CIOCCALE, M., DEPETRIS, P.J

Buenos Aires, 3-6 junio de 2008

Congreso; XII Reunión Argentina de Sedimentología; 2008

Asociación Argentina de Sedimentología

El batolito de Achala es un cuerpo intrusivo compuesto por un monzogranito porfírico emplazado en el complejo metamórfico regional de las Sierras Pampeanas. Sus afloramientos representan un típico paisaje granítico dominado por formas de erosión mayores (inselbergs, bornhardts y nubbis), medianas y menores (tafonis, bloques, bochones y pilas). En este paisaje se observaron pequeñas formas de acumulación con características morfológicas típicas de procesos de disolución-precipitación, denominadas espeleotemas. Existen numerosas referencias en relación al desarrollo de espeleotemas carbonáticas, cuya importancia en estudios paleoambientales ha sido ampliamente destacada (por ej. Sancho et al. 2004; Fairchild, et al. 2006). Sin embargo son menos conocidos los estudios sobre procesos de disolución-precipitación en rocas no carbonáticas; entre los más relevantes pueden citarse los de Wray (1999), Willems et al. (2002) y Vidal Romaní et al. (2003). Las espeleotemas estudiadas aquí fueron halladas en la región central del batolito de Achala en las Sierra Grande de Córdoba (~64º 35´ - 65º 00´ O y ~31º 30´ - 31º 45´ S). Se desarrollan en ambientes protegidos (grietas abiertas y paredes de tafonis) con condiciones particulares: lugares oscuros y húmedos con temperaturas uniformes y un importante desarrollo de actividad biológica (musgos, líquenes e insectos). Las espeleotemas alcanzan un desarrollo de unos de pocos milímetros hasta 2 cm de espesor y presentan morfologías variadas que incluyen estalactitas (coraloides, tabicadas, tipo “popcorn” y cilíndricas) y espeleotemas tipo “flowstone” (laminares y botroidales). Diagramas de difracción de rayos X realizados sobre espeleotemas coraloides y botroidales indican que están formadas principalmente por sílice amorfa (ópalo A), fragmentos detríticos de cuarzo y otros minerales típicos de las rocas graníticas como feldespatos y micas de origen detrítico. Su origen es discutido en la bibliografía, aunque en general, su formación se vincula a procesos de disolución y precipitación de sílice. Algunos autores sugieren además la participación de procesos biogénicos, al menos durante algún estadio de su formación (por ej., Willems et al., 2002; Vidal Romaní et al., 2003). A partir de la composición química de las vertientes en contacto con la roca granítica del batolito de Achala, estudiada por Pasquini et al. (2002), se realizó un modelado geoquímico mediante el programa PHREEQC. Los valores obtenidos de índices de saturación y actividad del ácido silícico indican que la precipitación de sílice amorfa es posible a partir del 80% de evaporación del agua de las vertientes. El modelado indica además, que otros minerales como yeso, calcedonia y calcita pueden también precipitar en estas condiciones. Trabajos publicados en otras regiones mencionan la presencia de polen, esporas y microorganismos (como poliquetos y dinoflagelados) contenidos en el interior de las espeleotemas (por ej. Willems et al. 2002; Vidal Romaní et al. 2003), constituyendo así una valiosa fuente de información ambiental. Futuros estudios detallados de las espeleotemas permitirán profundizar en el conocimiento de su génesis, edad y tasa de formación, lo que constituiría un valioso aporte a la comprensión de parte de la historia paleoambiental de las Sierras de Córdoba.