BECAS
COLMAN SERRA RocÍo
congresos y reuniones científicas
Título:
La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes: una novela que "signifique" un mundo
Autor/es:
ROCÍO COLMAN SERRA
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Jornada; Segundas Jornadas Intergrupos. Homenaje a Carlos Fuentes; 2012
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Mar del Plata
Resumen:
La duda, que es definida como un estado de suspensión o indeterminación del ánimo, me resultó un término oportuno para comenzar un análisis de La muerte de Artemio Cruz. Y esto, principalmente, surgió a raíz de la vacilación hacia la que su lectura me indujo desde las primeras páginas y que persistió en mí una vez cerrado el libro. Esta sensación ambigua fue generada, creo yo, por la contradicción esencial que promueve el personaje Artemio Cruz ?centro y sostén de todo el discurso-, que por momentos provoca rechazo y por momentos empatía. Resulta imposible estabilizar a Artemio Cruz, definirlo, porque una y otra vez se faceta y se fragmenta en un movimiento circular y continuo, y conforma un todo complejo, denso, contradictorio, pero con partes que se conectan en la conjunción de elementos diversos. La novela está escrita desde un discurso que niega la posibilidad de comprensión (y aprehensión) de la totalidad del personaje (y con él de la historia). Por lo tanto, mi hipótesis para comenzar un análisis, se funda en que la novela se orienta a derrumbar algunos de los conceptos perceptivos primordiales preestablecidos por la razón occidental y que lo hace desde la exigencia de una descripción ?pura?, que excluye tanto el procedimiento del análisis reflexivo como el de la explicación científica. De esta forma, logra construir un sistema de lectura de la realidad alterno: un modo diferente y propio de interpretación. Es fundamental la estructuración del texto en función de las tres personas gramaticales (Yo, Tú, Él) que se alternan cíclicamente, ya que con esto rompe con la linealidad del discurso y con la sucesión progresiva. Esta alternancia de los pronombres personales genera, a partir de su función deíctica, un movimiento constante que impide fijar al personaje. La sintaxis, además, se organiza de forma heterogénea según el fragmento o la persona gramatical de la que se trate, y genera de esta forma una sucesión de ritmos variados. Se inscriben diferentes tiempos y espacios: el Yo se escribe en líneas generales con verbos conjugados en presente, el Tú, es la zona en que predominan las flexiones en futuro, mientras que en los tramos del Él, abunda el pasado perfecto. Esta variación es uno de los recursos que promueven un Artemio Cruz que, como decía, nunca será definido en plenitud, un personaje del que se pueden atisbar rasgos que lo espesan en complejidad pero que no lo cierran. La novela nos muestra justamente eso, que nunca lo poseemos, porque es inagotable.