La descomposición del poder militar en la Argentina: las Fuerzas Armadas durante las presidencias de Galtieri, Bignone y Alfonsín (1981-1987).

PAULA CANELO

Los años de Alfonsín: ¿el poder de la democracia o la democracia del poder?

Siglo XXI

Lugar: Buenos Aires; Año: 2006; p. 65 - 114

El trabajo reconstruye el proceso de descomposición del poder militar argentino durante las presidencias de facto de los generales Galtieri y Bignone y la presidencia constitucional de Alfonsín (1981-1987). En el contexto de excepción dado primero por la descomposición del régimen y luego por la transición democrática, y suponiendo que en la “excepción” es posible reconocer los fundamentos mismos de la “normalidad”, identifica las regularidades presentes en el ejercicio del poder militar, las fracciones internas que llevaron adelante las distintas etapas de este proceso de descomposición, sus objetivos principales y las estrategias de alianza y confrontación entabladas con la dirigencia política. El trabajo propone vincular dos períodos que aparecen netamente diferenciados en la literatura existente –las postrimerías del régimen militar y los primeros años del gobierno constitucional-, para comprender el pasaje del ejercicio, por parte de las Fuerzas Armadas, de un “poder arbitral” al de un “poder corporativo”. En efecto, a partir de la crisis de la dictadura, los militares argentinos perderán el principal atributo que les había otorgado, durante décadas, la condición de ser un actor corporativo excepcional: la posibilidad de presentarse como defensores del “interés universal”, distantes de los particularismos y los “egoísmos sectoriales”. Y a partir de la pérdida del “poder arbitral”, las Fuerzas Armadas revelarán su verdadera condición de jugadores corporativos, desplegando una extraordinaria capacidad para mantener sellada la cohesión interna alrededor de la defensa de sus propios intereses, ya no “universales” o asimilables a los del conjunto de la sociedad, sino “restringidos”. Asimismo, en este pasaje del “poder arbitral” al “poder corporativo” el artículo identifica las formas básicas de funcionamiento del poder militar. En primer lugar, la alternancia en el poder de fracciones extremas -la “dura” y la “politicista”-, alternancia que es resuelta generalmente mediante putschs internos, dada la imposibilidad de institucionalización del conflicto característica de las organizaciones militares. En segundo lugar, una recurrente dificultad para establecer alianzas políticas con actores “externos” a la corporación. Por último, la permanencia de un poderoso “consenso antisubversivo”, basado en la defensa de lo actuado en la masacre represiva, como principal recurso de unidad interna, cuya fortaleza es directamente proporcional a la potencia de las amenazas contra la cohesión institucional.