Trabajo sexual y justicia social. El caso de las trabajadoras sexuales de AMMAR-Córdoba (Asociación de Mujeres Meretrices de Córdoba, Argentina)

AZARIAN FIDEL

Boletina Anual Nº4

Escuela de Estudios de Genero de la Universidad Nacional de Colombia

Lugar: Bogota; Año: 2015 p. 49 - 56

2256-1269

El trabajo sexual es, desde hace varios años, uno de los temas más urticantes y polémicos al interior del feminismo a tal punto que lo ha dividido en (al menos) dos grupos irreconciliables: por un lado, feminismo radical, abolicionista y antiprostitución y, por el otro, feminismo prosexo, regulacionista o pro trabajo sexual. El nivel de radicalidad y enconamiento del debate es tal que hasta el modo de nominar la comercialización de servicios sexuales supone un posicionamiento al respecto. Así es como hay quienes afirman que las meretrices son sujetos políticos con capacidad para asumir en primera persona su propio destino, refiriéndose al trabajo sexual como una actividad libre y voluntaria; y hay quienes dicen que no hay prostitutas sino mujeres prostituidas sobre las cuales pesan las estructuras del capitalismo y del patriarcado. La posición que aquí asumimos al respecto surge de la escucha de las trabajadoras sexuales nucleadas en AMMAR-Córdoba (Asociación de Mujeres Meretrices de Córdoba), quienes desde hace ya varios años intervienen en el espacio público definiendo al trabajo sexual como una decisión de vida, tomada voluntariamente por mujeres mayores de edad, que consiste en brindar un servicio. Desde la teoría política, creemos que resulta interesante plantear el debate a partir de las reivindicaciones de justicia social que contienen las demandas generadas por los movimientos de meretrices. En este ensayo reflexionamos ?desde un enfoque de la justicia que reconcilia las reivindicaciones por la igualdad económica con aquellas que defienden el reconocimiento de la diversidad sexual? sobre la lucha de AMMAR-Córdoba, agrupación de mujeres meretrices que reúne alrededor de mil trabajadoras sexuales y viene batallando desde hace catorce años por el reconocimiento de la prostitución como un trabajo.