INVESTIGADORES
MEDINA Susana Marlin
congresos y reuniones científicas
Título:
"La vida bajo cero: Liolaemus pictus argentinus en las bajas temperaturas de Patagonia, Argentina".
Autor/es:
CECCHETTO, NICOLAS; MARLIN MEDINA; TAUSSIG, SERGIO; IBARGÜENGOYTÍA, NORA R.
Reunión:
Workshop; 3er Workshop ?Ecofisiología: Interacciones de los organismos con su ambiente"; 2017
Resumen:
A grandes altitudes y latitudes, donde el paisaje se cubre de nieve y las horas de luz son escasas durante los meses más fríos del año, los reptiles pueden adoptar dos mecanismos fisiológicos: tolerancia o evitación del congelamiento (o superenfriamiento). En este trabajo exploramos posibles mecanismos utilizados por Liolaemus argentinus para sobrevivir al frío de las montañas de Patagonia. Durante el verano (enero-febrero 2015; N = 10) y otoño (abril 2016; N = 18), individuos de Liolaemus argentinus fueron capturados (42° 49´ S, 71° 15´ W; 1400 msnm) y llevados al laboratorio para experimentos de enfriamiento: un grupo de lagartijas fueron colocadas individualmente en contenedores plásticos secos, inmersos en hielo y sal, mientras que un grupo control estuvo bajo las mismas condiciones, pero a temperatura ambiente (24 °C). Los experimentos se llevaron a cabo durante largos periodos (3,5 a 25 horas), donde los ejemplares alcanzaron temperaturas mínimas de hasta -5°C sin congelarse. Al término de los experimentos, se obtuvieron muestras de hígado y corazón, y se realizaron análisis bioquímicos para albumina, proteínas totales, glucosa, colesterol, triglicéridos, LDL, HDL, calcio, magnesio y urea. Las muestras de otoño presentaron mayor concentración de proteínas totales, albúmina y urea, que las de verano, sugiriendo la existencia de aclimatización previa al período de hibernación. Asimismo, en otoño, hubo un aumento de la glucosa en sangre en los ejemplares del tratamiento de enfriamiento, en comparación con el grupo control. El presente trabajo evidencia que L. argentinus evita el congelamiento para sobrevivir a bajas temperaturas, permitiendo mantener sus fluidos corporales a temperaturas bajo cero sin formación de hielo. Esta capacidad de superenfriamiento junto a la selección de refugios, seguramente permite a L. argentinus sobrevivir y adaptarse a las bajas temperaturas que experimentan a grandes altitudes y latitudes, en sitios que quedan cubiertos de nieve durante el invierno.