INVESTIGADORES
DANS Silvana Laura
congresos y reuniones científicas
Título:
ESTADO ACTUAL Y TENDENCIA DE LOS LOBOS MARINOS DE UN PELO EN EL ATLÁNTICO SUD-OCCIDENTAL
Autor/es:
DANS, SILVANA LAURA; CRESPO, ENRIQUE ALBERTO; GRANDI, MARIA FLORENCIA; GARCIA, NESTOR ANIBAL; MARTÍN SVENDSEN, GUILLERMO
Lugar:
Puerto Santa Cruz
Reunión:
Taller; Primer Taller Internacional Pinnípedos del Neotrópico y Antártida: Zooarqueología, Historia y Biología; 2011
Institución organizadora:
Universidad Nacional de la Patagonia Austral
Resumen:
Las poblaciones de Otaria flavescens fueron severamente explotadas durante el siglo XX, y sus tamaños cayeron a menos del 10% de los originales. Actualmente los números están por debajo de aquellos estimados para el pasado, aunque la mayoría de las poblaciones están en aumento. Sin embargo en el Atlántico Sud-occidental las tendencias no son homogéneas a lo largo de su distribución. En el norte de Patagonia (entre 41,03ºS; 62,8ºO y 43,34ºS; 65,05ºO), la población ha estado creciendo a una tasa anual del 5,7% durante los últimos 25 años (Dans et al 2004). El número total censado en el 2007 fue de 32126, muy por encima de los 18396 individuos censados hacia 1946 (Carrara 1952). Sin embargo, corrigiendo los censos de 2007 por animales en el agua, la población podría estimarse en 58000 lobos, claramente por debajo del número estimado de 137500 hacia 1938 (Godoy 1963). En el Centro de Patagonia (entre 43,57ºS; 65,23ºO y 45,23ºS; 66,70ºO), la población también mostró una tendencia positiva y sostenida, censando 24146 lobos en 2004, con una tendencia para el período 1995-2004 del 6% anual (Reyes et al 1999, Reyes 2004). En el extremo sur de Argentina (entre 46,01ºS; 67,59ºO y 54,88ºS; 68,56ºO) la tendencia es desconocida ya que los datos son insuficientes para estimar una tasa de cambio (Schiavini et al 2004), pero los números están claramente por debajo de las estimaciones de Carrara para la década del 40. La población estimada para el litoral de la provincia de Santa Cruz en el período 1992-1997 representó el 20% del tamaño anterior, mientras que en Tierra del Fuego representó el 28% del número de cachorros y 8% del total censados en la década del 40. Mas recientemente, en 2003-2004, se relevaron algunas loberías de esta región (Crespo et al 2004), las cuales mostrarían un incremento respecto del período 1992-1997. Para las islas Malvinas (Falkland Is.), el número de cachorros estimado en 1995, representa el 2,7% de los cachorros estimados en 1930 (Thompson et al, 2005), pero las tendencias son positivas desde 1990, siendo del 8,5 % anual entre 1990 y 1995, y 3,8% entre 1995 y 2003. Por último se tiene evidencia de una declinación únicamente para la costa uruguaya, con una tasa negativa del 4,5% anual (Páez, 2005). La mayoría de los autores también describen cambios en la disposición y composición de las colonias, tales como aparición de nuevos grupos, desaparición de otros, y conversión de grupos de juveniles o áreas de descanso en áreas de cría (Reyes et al 1999, Dans et al, 2004, Schiavini et al, 2004, Reyes 2004, Thompson et al 2005). Junto a estos cambios, existiría una gran variabilidad en la tasa de incremento en el número de crías de diferentes apostaderos, algunos de los cuales han permanecido estables y otros crecen a tasas anuales de hasta el 37% (Dans et al, 2004). Estos cambios son importantes para comprender la dinámica de las poblaciones, y por otro lado es importante tener en cuenta la escala espacial y temporal a la que se producen a fin de detectarlos y comprender los mecanismos que los subyacen. Si bien la mayoría de las poblaciones se están recuperando, es evidente que existió un retraso en el tiempo entre el cese de la zafra y los signos de recuperación. Si existe además una estructura de metapoblación como fue propuesta por Thompson et al (2005), el tiempo requerido para la recuperación puede haber variado entre las potenciales unidades poblacionales. Nosotros consideramos que la hipótesis del efecto de la pesquería en este retraso, no es suficiente para explicarlo, ya que las poblaciones del norte y centro de Patagonia, las cuales deberían haber sido las más afectadas por la pesquería de arrastre de altura, muestran claros signos de recuperación. Se propone además que a menor escala espacial, existiría migración de individuos a nuevas áreas de reproducción, por lo que las colonias foco presentan tasas de incremento en el número de cachorros bajas o nulas, mientras que el número de cachorros en las áreas nuevas se incrementa a tasas mas altas, sugiriendo por lo tanto factores densodependientes.