Feminismo kitsch

CARLA PRADO

Rosario

Congreso; Congreso Internacional Las Humanidades por venir. Políticas y debates en el siglo XXI.; 2019

Instituto de Estudios Críticos en Humanidades

En lo que respecta a la disciplina filosófica, hace ya una serie de décadas que la aparición del feminismo irrumpe la historia tradicional del pensamiento como movimiento que busca reconocer-se y, sin embargo, sigue sin poder (o sin querer) estatuirse del todo, principalmente porque su propia consigna es la resistencia a un ejercicio de poder petrificado, con pretensiones absolutizantes y absolutizadoras.Esta consigna, que apela a una apertura capaz de dialogar, pretende no inaugurar un ?otro? con/frente al cual emitir un enunciado sino que la disidencia se plantee como forma auténtica de (re)conocimiento, tomando distancia de las bases unitarias de la mismidad enunciativa que buscan declarar lo distinto de sí para ?incluirlo?.Esta particularidad metodológica que se hace patente con el movimiento feminista presenta tanto la problematicidad del límite teórico como también del ámbito de la praxis, dado que su interdisciplinariedad ?propia de una apertura epistemológica- la ubica en una coyuntura que deslinda los modelos clásicos de pensar al hombre y, por ende, al mundo.Sin embargo, si no hay una suerte de ?feminismómetro?, ¿cómo saber el parámetro a partir del cual medir las implicancias del feminismo? Es una línea de tiza trazada a mano alzada. En algunas de sus ramificaciones posibles, el desafío de la hermandad feminista se torna filoso, no sólo por sus correlatos fenomenológicos sino también por la absorción que ha hecho el mercado y los medios de comunicación masivos de algunos eslóganes, descontextualizándolos e incluso corriéndolos del eje de manera tal que las consignan queden aisladas y sean fácilmente manipulables en función de intereses que distan del propio movimiento.En este sentido, la humanidad en sí y, con ella, las humanidades son puestas en jaque en sus límites identitarios. La pregunta por el ser del hombre se renueva, virando su sentido hacia una apertura que inaugure márgenes amplios en perspectiva de género: ¿cuáles son algunos los alcances de esta oleada feminista con respecto a la revalorización de la condición humana? ¿qué es lo que queda en la práctica cotidiana de las marchas multitudinarias? Sin pretender cerrar estas preguntas, en este trabajo se buscarán algunas claves para abordar la lectura acerca de qué de los feminismos nos parece que moviliza reflexiones en/para las humanidades y en qué medida tiene una pertinencia filosófica. Para abordar estas temáticas se trabajará a Judith Butler y a Alejandra Ciriza, tomando sus aportes tanto desde los estudios de género como de la teoría feminista, teniendo en la mira el concepto de ?kitsch? según lo expone Umberto Eco, para tratar de esbozar en qué medida o en qué casos nos parece que la consigna movilizadora se fosiliza en los eslóganes comerciales que pretenden vender un modelo módico de feminismo en función de pensar estrategias que nos permitan seguir pensando y haciéndonos más allá de una identidad generada en función de la matriz heterocapitalista, entendiendo que esta significa una tensión en el ámbito social que intersecta distintas áreas no sólo del conocimiento sino también de la vida cotidiana.