Habitar una Cárcel de Mujeres

CARLA PRADO

Jornada; Cuartas Jornadas de Filosofía de la UNR; 2018

Volver a leer a mujeres que llevaron adelante políticas a través de sus cuerpos nos puede permitir impregnarnos de su producción escrita, de sus categorías teóricas, pero también conectar con ellas a través del discurso para instalarnos en otro nivel de análisis: un nivel epidérmico, no en tanto superficialidad sino en su aspecto sensible, corpóreo.No se trata sólo de una vuelta a las palabras sino de una apuesta a la circunstancia en que estas cobraron sentido, aquella materialidad que escribe desde una singularidad vital sin dejar de pensar en lxs otrxs. En este sentido, Angélica Mendoza se nos presenta como una filósofa que supo poner el cuerpo en el terreno público, actividad que la lleva a una experiencia en la Cárcel de Mujeres, escrito con el que vamos a trabajar en este ensayo, rendija a través de la cual intentaremos ver qué nos dice y qué nos da a pensar acerca del ?lugar? del cuerpo en su escritura, sin dejar de ubicar esta categoría en un ámbito que también involucra a otrxs.Además de un análisis del texto mismo, la intensión es recorrer un concepto de ?cuerpo? a modo de anteojo de lectura, entendiendo que es una autora en particular quien gesta y da a luz este escrito, y que este acontecimiento responde tanto a ciertas circunstancias históricas como a esa corporalidad pensante que se construye entretejida en una comunidad.