Manejo Responsable del turismo en pingüineras - Caso Punta Tombo y Península Valdés.

BERTELLOTTI, M.

Trelew, Chubut

Congreso; Congreso Patagónico de Turismo; 2010

Las aves marinas, por su belleza y porque generalmente nidifican en lugares de gran atractivo, constituyen recursos turísticos importantes. En la costa patagónica, el rápido crecimiento del turismo basado en la observación de fauna silvestre presenta oportunidades para un beneficio económico significativo, pero a su vez aumenta la preocupación de potenciales efectos sobre las especies si no es desarrollado responsablemente. El turismo dirigido a la observación de fauna silvestre, desarrollado bajo la modalidad de “turismo responsable” aumenta la necesidad de comprender los efectos de las visitas sobre las poblaciones, para asegurar la sustentabilidad de estas actividades. Entre todas las especies de aves marinas que se reproducen en la costa chubutense, el pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus) es la especie más abundante. Su población se distribuye en 31 colonias desde el noroeste de Península Valdés, hasta Isla Viana, Golfo San Jorge, con alrededor de 500,000 parejas reproductoras. Las colonias varían mucho en extensión y en la cantidad de parejas, desde unas pocas hasta más de 175.000, como es el caso de Punta Tombo. Esta colonia junto con la de Isla Leones y las colonias de Península Valdés son las mayores de la costa de Chubut. Algunas colonias, principalmente las de Península Valdés, muestran actualmente un importante incremento en la cantidad de parejas reproductoras. El pingüino de Magallanes es el ave marina más importante como recurso turístico en Chubut y representa uno de los principales atractivos para las visitas. El desarrollo del turismo responsable requiere comprender los efectos a varios niveles, desde el efecto sobre los individuos hasta impacto sobre las poblaciones. Para esto, resulta necesario obtener indicadores fidedignos del impacto de la presencia humana en los escenarios turísticos, para utilizarlos como herramientas robustas objetivas de monitoreo. El monitoreo de las actividades humanas con potencial impacto en la naturaleza, posibilita el continuo mejoramiento de esas actividades, ajustando modelos de modo de minimizar los efectos no deseados. Este es el paradigma central del manejo adaptativo, el que promueve la utilización de indicadores precoces de impacto para poder mitigarlo en forma instantánea. El turismo de naturaleza en áreas protegidas debería incorporar estas metodologías. La implementación de Planes de Manejo, los que deben considerar los límites de cambio aceptables (LAC), las clases de oportunidad de experiencia (COE) o las capacidades de carga (CC), son indispensables para el uso responsable de los recursos, de modo de asegurar un objetivo común a todos los actores: la sustentabilidad de los escenarios, de los recursos y del negocio. Esta presentación resumirá los casos de manejo turístico en Punta Tombo, la principal colonia reproductiva de pingüinos de Magallanes y en Península Valdés.