Siempre fuimos, siempre hemos estado, pero no teníamos personería jurídica. Resistir, denunciar y luchar. Estrategias, lenguajes y figuras en un caso de conflicto territorial.

ANDREA JIMENA VILLAGRÁN; MARIA VICTORIA SABIO COLLADO

Rosario, Santa Fé

Congreso; XI Congreso Argentino de Antropología Social; 2014

Universidad Nacional de Rosario, Facultad de Humanidades y Artes

En este trabajo formulamos interrogantes para el análisis de una situación de conflicto, trabada en la disputa por la propiedad de una fracción de tierras (de una finca de producción vitivinícola), localizada en la región de los valles calchaquíes, provincia de Salta. Los contendientes: propietarios dominiales y las familias que allí habitan,- quienes obtuvieron en 2003 la personería jurídica de comunidad indígena-, remontan el origen del problema a los años 70s, a la solicitud de desocupar las parcelas que las distintas familias habían ocupado por más de tres generaciones. Interesa historiar el proceso de desarrollo del conflicto, identificando hitos, instancias y momentos significativos. Este se presenta como evento crítico, indicativo de la ruptura o crisis funcional del acuerdo residencial que enmarcaba la relación entre propietarios de las tierras-patrones y trabajadores residentes-peones, regulada por derechos y obligaciones mutuas. El arreglo posicionaba a los patrones como proveedores de vivienda, tierra para cultivo y salario, a cambio, los peones y sus familias, debían prestar trabajo y servicios. Problematizar e indagar la petición e instancia de salida de la finca en su complejidad permitirá dar cuenta de los sentidos, nociones y concepciones allí envueltos, y explorar los diversos mecanismos, recursos y estrategias allí desplegadas por los actores intervinientes. Las que abarcan la salida voluntaria, -bajo negociación de las condiciones para hacerlo-, amenazas y presiones, y la resistencia a salir e incumplimiento del mandato. La resistencia derivó en una acusación por usurpación y en el encauzamiento judicial del conflicto. El reclamo mediante la personería jurídica comunitaria inscribió la demanda en una lucha por el reconocimiento de la preexistencia indígena y el derecho a la tierra, integrándose así, este caso, en un proceso de organización política de las comunidades indígenas y campesinas de todo el Valle.