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Las colecciones canónicas y el género penitencial son fuentes privilegiadas para el estudio de las creencias y prácticas supersticiosas de la Edad Media. Sin embargo, por tratarse de documentos normativos, manifiestan una serie de obstáculos a la hora de enfrentar una pesquisa como la recién señalada. Estas dificultades han sido indagadas en discusiones académicas en torno al valor documental de dichas fuentes. Nos referimos en particular al debate entre las posturas sostenidas por Dieter Harmening y Aron Gurevich en trabajos publicados durante los años setenta del siglo pasado, cuyas repercusiones llegan hasta nuestros días. Nuestro objetivo específico será analizar dos tipos de listas de preguntas en relación con la superstición contenidas en el Decretum del obispo Burchard de Worms y el Libri duo de synodalibus causis et disciplinis ecclesiasticis del abad Regino de Prüm. El primero tomó del Libri duo alrededor de 600 capítulos de un total de 909 (aproximadamente dos tercios). Sin embargo, no se trató de una copia indiscriminada, sino que respondía a decisiones editoriales en relación con necesidades, planes y fines específicos. Las dos listas mencionadas arriba se caracterizan especialmente por estar destinadas a públicos diversos: una lista contiene preguntas dirigidas al clero para obtener información sobre el estado de las diócesis, la otra lista interroga directamente a los feligreses sobre los pecados cometidos por ellos. Los distintos destinatarios imponen estrategias diversificadas que se expresan en el discurso empleado. De este modo, rastrearemos indicios que nos indiquen el valor documental de las fuentes a partir de cotejar tanto ambos tipos de preguntas contenidas en el Decretum y el Libri duo, como de establecer puntos de contacto y divergencia entre ambas fuentes.

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