La creación de un lugar, la creación de las personas

ACUTO, FÉLIX A.

Catamarca

Congreso; IV Reunión Internacional de Teoría Arqueológica en América del Sur; 2007

Universidad Nacional de Catamarca

Nadie observa ni aprehende (d)el mundo simplemente a través de actos mentales reflexivos y desde una posición externa, descomprometida y aislada, o sólo a partir de conocimiento oral o textual. Por el contrario, y especialmente en sociedades pre-modernas, las personas conocen y experimentan el mundo, y se constituyen como sujetos, al habitar en él. Habitar en el mundo implica la inserción en una red de relaciones históricamente formadas que incluyen otros sujetos, objetos, lugares, instituciones, significados, acervos de conocimiento acumulado y una historia que nos precede. Esta red se desarrolla dentro de (y es influida por) una materialidad y una espacialidad determinada. La experiencia humana y la vida social están influidas y formadas por la materialidad y espacialidad en la cual la gente está inserta. La subjetivización, la corporeidad, la conformación de la conciencia y la identidad social es lograda a través de actos de percepción y una completa inmersión corporal en la materialidad y espacialidad del mundo que nos rodea. A través de habitar de manera relacional, actuar y embeberse en el mundo, es como las personas producen significados y se constituyen como sujetos. Más aún, las formas espaciales y la materialidad no son dimensiones que las personas experimentan como algo externo, tal como el ambiente que ocupan. Por el contrario, la materialidad y la espacialidad existen dentro de los seres sociales, y son constantemente corporeizadas a través de la experiencia y las prácticas recurrentes y a veces rutinarias. Esta presentación explora el habitar durante el Período Tardío (1000 ? 1450 d.C.) de los Andes del Sur, discutiendo el tipo de lugares que las comunidades de esta época construían, su materialidad y sentidos, y las experiencias y relaciones sociales que dicha materialidad y significados producían y reproducían. Se argumenta que estos lugares entrelazaban esferas sociales distintas y experiencias aparentemente contrastantes (muerte/vida, ritual/mundano, público/privado, adentro/afuera, persona/comunidad, doméstico/político), que se articulaban y armonizaban a partir de las prácticas cotidianas de sus habitantes. Asimismo, se discute el tipo de persona que estos lugares, que este habitar, creaban.