"Mi marido me ayuda muchísimo". Cómo gestionan las científicas el trabajo reproductivo

ZAPATA, CAROLINA

Resistencia, Chaco

Jornada; Primeras Jornadas Internacionales de Estudios de Género del Nordeste Argentino y Países Limítrofes; 2018

Centro Interdisciplinario de Estudios de Género - Facultad de Humanidades - UNNE

En América Latina, las ciencias constituyen un ámbito propicio de actividad para las mujeres, ya que, comparando la participación de la mujer en la economía en general con su trabajo en las ciencias, ocupan el 46% de los cargos en investigación, mientras que a nivel mundial, sólo llegan al 29% (Rodigou Nocetti y otros, 2011). Sin embargo, esta actividad tiene una característica particular, como dirían Wainerman y Sautu (2001) ?la investigación es una forma de vida, además de un medio de vida. Esto significa que no se hace con horario de oficina sino en todo momento: se cuela por los intersticios de la vida cotidiana?. Del enunciado anterior, se puede deducir la importancia que una investigadora le da a su trabajo, y que debe dedicarle gran parte del día a su actividad profesional (trabajo productivo). Sin embargo, también existe la construcción histórica de que las mujeres son las encargadas de llevar adelante las tareas de cuidado del hogar y de los hijos (trabajo reproductivo). En relación a esto último, surgen los interrogantes: ¿cómo gestionan las científicas las tareas reproductivas? ¿consideran tal gestión como un conflicto? Para lograr una aproximación a este fenómeno se realizaron entrevistas semiestructuradas a becarias e investigadoras del Instituto de Investigaciones Geo-Historicas CONICET/UNNE. La muestra estuvo constituida por cinco becarias y tres investigadoras de edades entre 29 y 45 años, con diferentes categorías profesionales, y constitución del núcleo familiar.Estas mujeres gestionan el trabajo reproductivo, apoyándose en distintas medidas, como repartirse las tareas domésticas con la pareja y/o con los hijos (a veces como una división de actividades y otras como una ?ayuda?). Otra manera es acudiendo a otras mujeres de la familia, o las investigadoras que pueden permitírselo contratan personal doméstico. Cabe destacar que en todos los casos analizados, la ?ayuda externa? viene de otra mujer, reproduciéndose los estereotipos de género.