Prólogo

VANESA VAZQUEZ LABA; SANDRA TORLUCCI; ANA LAURA MARTÍN

Ruge, el género en las universidades

Universidad Nacional de las Artes

Lugar: CABA; Año: 2021;

El espacio universitario, como todo espacio institucional, se encuentra cimentado sobre fuertes estructuras patriarcales. Erosionar, derribar y volver a moldear formas igualitarias de esas estructuras no es fácil ni algo que suceda de manera rápida, pero el movimiento feminista universitario se caracteriza por ser constante e incansable en el trabajo de identificar esas estructuras y desnaturalizar las desigualdades para lograrlo.La educación superior, no fue un espacio accesible para las mujeres en América latina hasta el último tercio del siglo XIX cuando comenzó a aceptarse la presencia femenina en las aulas. Sin embargo, hubo tempranas expresiones de agrupamientos femeninos, como el Centro de Universitarias Argentinas en los primeros años del siglo XX y cuyas integrantes participaron del Primer Congreso Femenino (1910) donde se denunció y debatió sobre la ampliación de derechos para las mujeres. Ingresar a la universidad no formaba parte de la biografía de la mayoría de las mujeres y el acceso a ella no era garantía de desarrollo académico, ni de permanencia dentro del sistema. Por el contrario, era frecuente que subsistieran obstáculos para el desarrollo posterior las mujeres que lograban estudiar y que los caminos para la labor profesional en espacios de academia, de docencia y de gestión resultaran inaccesible o muy dificultosos para las graduadas. En un principio, los espacios académicos, de investigación y extensión en las universidades eran ocupados sólo por varones. Las mujeres no podían acceder a estudios superiores, en pocas ocasiones ocupaban espacios destacados en la docencia, por lo que no resultaba sorpresivo que las autoridades fueran solo masculinas.