INVESTIGADORES
VAN DER MOLEN silvina
congresos y reuniones científicas
Título:
Ictiofauna Antártica
Autor/es:
VAN DER MOLEN, SILVINA
Lugar:
Barcelona
Reunión:
Congreso; I Jornadas de Ciencias del Mar; 2000
Resumen:
La Antártida y las aguas que la circundan constituyen el mayor sistema biológico homogéneo del planeta.  El límite externo de este sistema fluctúa entre los 54º y los 62º de latitud Sur, paralelos entre los cuales se ubica la Convergencia Antártica o Frente Polar Antártico.  Dicha  corriente tiene un significado biológico: dado que en pocos kilómetros existe un gran cambio de las temperaturas, se origina una verdadera barrera física para la dispersión de las especies. A pesar de la alta estabilidad de la temperatura en la columna de agua, cercana al punto de congelación del agua de mar, existe una marcada estacionalidad en cuanto a la formación de capas de hielo y períodos de luz, y sujeta a estos cambios, una extrema estacionalidad en la producción primaria.  Estas circunstancias han dado lugar, con el paso del tiempo, al desarrollo de organismos que presentan una serie de adaptaciones, de tal forma que el ecosistema marino antártico se caracteriza por presentar una baja diversidad de seres altamente especializados. La fauna íctica antártica es mucho menos diversa de lo que cabría esperar dado el gran área que supone el ecosistema antártico y su antigüedad.  De las aproximadamente 20.000 especies de peces existentes en la actualidad, tan sólo unas 200 se localizan al sur de la Convergencia Antártica.  Los peces cartilaginosos están representados por una docena de especies y entre los peces óseos el mayor porcentaje pertenece al suborden Notothenioidei. Cinco de las familias de este suborden (Nototheniidae, Channichthyidae, Harpagiferidae, Artedidraconidae y Bathydraconidae) dominan en abundancia y diversidad la ictiofauna bentónica adulta y sus larvas son un componente importante del ictioplancton de las aguas costeras. Características comunes a este suborden incluyen: talla pequeña, crecimiento lento, edad de madurez tardía, gametogénesis prolongada, baja fecundidad y la puesta de huevos de gran tamaño.  Como en la mayoría de los vertebrados, la reproducción de los peces es un fenómeno cíclico.  En los teleósteos en general,  esta periodicidad es anual y se rige por las variaciones estacionales de las condiciones ambientales. Numerosos autores sugieren, como norma general para el ecosistema antártico, la existencia de un acoplamiento espacio-temporal entre los ciclos reproductivos de los peces antárticos con los ciclos de producción primaria.  Sin embargo, algunas de las especies parecen desviarse de este criterio.  El desacoplamiento de los ciclos reproductivos con las fluctuaciones temporales de la producción primaria podría representar una ventaja evolutiva para algunas especies, dado que su éxito reproductivo constituiría un suceso independiente de las variaciones anuales. La dominancia de este suborden sobre el resto de los peces que pueblan el Océano Austral se debe a su extraordinaria adaptación a las extremas condiciones ambientales que imperan en el sistema. Una de las características más llamativas de los Notothenioidei son su adaptaciones al frío, como ejemplo pueden citarse: la capacidad de sintetizar sustancias anticongelantes, paralelamente con la adquisición de riñones aglomerulares y la reducción del número de células presentes en la sangre (eritrocitos y hemoglobina). La vasta reserva ictícola de los mares de la Antártida convierte a esta región en un importante foco de interés comercial.  Durante las últimas dos décadas se desarrolló en el Océano Austral una gran actividad pesquera.  Algunos estudios preliminares mostraron que los recursos ícticos parecen ser limitados y altamente vulnerables a una explotación intensa.  Debido a esto, en el año 1980 se firmó, entre los países miembros del Tratado Antártico, la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos (CCRVMA) con el objetivo de proteger y estudiar los recursos vivos del Océano Austral.  Para ambos sectores del Océano Austral, el Océano Atlántico e Índico, existe una urgente necesidad de conocer el estatus de las poblaciones de manera que puedan adoptarse medidas de manejo adecuadas.