INVESTIGADORES
PARDO Maria Laura
capítulos de libros
Título:
El uso de la metáfora en el discurso delirante. Un análisis multidisciplinar discursivo y crítico de personas con delirio en terapia y en situación de calle
Autor/es:
M. L. PARDO
Libro:
Haciendo discurso. Homenaje a Adriana Bolívar
Editorial:
Caracas: Comisión de Estudios de Postgrado de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuel
Referencias:
Lugar: Caracas, Venezuela; Año: 2010; p. 119 - 140
Resumen:
En: Paola Bentivoglio, Franca Erlich y Martha Shiro (eds.). Haciendo discurso. Homenaje a Adriana Bolívar Pardo, M. L. en prensa. El uso de la metáfora en el discurso delirante. Un  análisis multidisciplinar, discursivo y crítico de personas con delirio en terapia y en situación de calle, en: Paola Bentivoglio, Franca Erlich y Martha Shiro (eds.). En prensa. Haciendo discurso. Homenaje a Adriana Bolívar, Caracas: Comisión de Estudios de Postgrado de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela.   El objetivo de este trabajo es analizar desde una perspectiva multidisciplinar (lingüístico - psiquiátrica) el uso de la metáfora en un corpus hasta ahora poco estudiado en cuanto a este tema como es el de los discursos delirantes. A partir del análisis lingüístico de los discursos delirantes se distingue un doble uso de la metáfora, el que refiere a la comparación o analogía de un objeto y el que refiere obligadamente y siempre a una analogía, a veces conciente, la mayor de las veces inconciente, pero al propio delirio. El corpus está conformado por 11 casos, 4 de personas que viven en situación de calle y presentan discursos delirantes y 6 de pacientes medicados y en terapia en contraposición a los primeros. El marco teórico del trabajo mantiene su perspectiva crítica en cuanto a futuro plantea una comparación entre estos dos contextos situacionales diferentes. La metodología es cualitativa. Desde hace varios años me dedico a investigar el discurso de las personas sin techo en la Ciudad de Buenos Aires. Luego expandí estos estudios a Chile en el que formé un equipo que trabaja sobre el mismo tema. Ambas investigaciones se enmarcan teóricamente en el área del Análisis crítico del discurso y utilizan una metodología cualitativa. El corpus está conformado por historias de vida realizadas en la calle a personas sin techo. De este corpus surgieron algunas historias de vida que mostraban un discurso delirante. Decidimos, entonces, ocuparnos también de este grupo desde una perspectiva multidisciplinar que aunara el estudio del discurso y la psiquiatría. No es nueva para mí esta interdisciplina. Desde hace varios años vengo trabajando en el tema del discurso psicótico con la Dra. Lerner y desde el 2005 con la Dra. Buscaglia (ambas médicas psiquiatras). Nuestro interés general es dar cuenta de diferentes grados de deterioro comunicativo que ayuden al diagnóstico de la psicosis y evitar la internación toda vez que sea posible, previendo a partir de la sintomatología discursiva posibles situaciones de crisis. El objetivo entonces de este estudio es dar cuenta de un aspecto que considero común a todos los discursos delirantes: su capacidad de metaforización de la locura. Indago aquí en consecuencia en las metáforas que aparecen en el discurso psicótico habilitando un doble significado. Uno de ellos que podría considerarse literal y otro que refiere siempre a una explicación del propio delirio o de la “locura”. Entiendo aquí la metáfora como un modo de representación discursiva que facilita la descripción de un mundo que en vez de posible se torna imposible de explicar para aquel que padece la enfermedad. Esta imposibilidad se vuelve algo más narrable a partir del uso de comparaciones que constituyen el modo más primario de una metáfora y en otros casos mediante usos más complejos de esta. La metáfora, por lo tanto, se convierte en un modo eficaz de alivio para el delirante o psicótico que, aunque de manera inconciente, puede narrar no solo su mundo imposible sino también su propia enfermedad. Además, el uso de la metáfora es un indicador de que aún el deterioro comunicativo de la persona afectada no es tan grave como en otros casos. Esto es así, pues la metáfora presupone la capacidad aún de interactuar, interna o externamente, con algunas voces que le hacen presente al delirante que su discurso debe adecuarse lo más posible al discurso socialmente aceptado. Esta búsqueda de adaptación hace que el delirante se vea forzado, conciente o inconcientemente, a interactuar con esas voces dejando de lado, por momentos, su certeza psicótica, esto es la creencia falsa de que su delirio es ciento por ciento real.