INVESTIGADORES
TARANTUVIEZ susana Beatriz
congresos y reuniones científicas
Título:
Literatura y transdiscursividad en el teatro de Ricardo Bartís: El pecado que no se puede nombrar
Autor/es:
TARANTUVIEZ, SUSANA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; XXIII Congreso Internacional de Teatro Iberoamericano y Argentino; 2014
Institución organizadora:
GETEA (UBA)
Resumen:
En este trabajo presento el análisis de El pecado que no se puede nombrar, pieza teatral de Ricardo Bartís estrenada en septiembre de 1998 y basada en textos de Roberto Arlt, según el concepto de "transtextualidad", elaborado por Gérard Genette, y la noción de "transdiscursividad", proveniente de las teorías sistémicas. A fines de la década de 1990,  Genette revisa su noción clásica de "intertextualidad", que había desarrollado anteriormente en Palimpsestos, y distingue cinco tipos de relaciones entre textos, englobadas bajo el nombre de "transtextualidad". La "hipertextualidad" es uno de esos cinco tipos de relaciones transtextuales posibles: la hipertextualidad es toda relación que una un texto B (hipertexto) a un texto anterior A (hipotexto) de una manera que no es la del comentario, por lo que B resulta de una transformación de A. Bartís realizó un hipertexto escénico con algunos de los temas e ideas de dos novelas de Arlt, Los siete locos (1929) y Los lanzallamas (1931): tomando fragmentos textuales de ese corpus arltiano, desarrolló escénicamente algunos de los núcleos narrativos presentes en los textos de Arlt. Durante el desarrollo de mi trabajo he constatado que El pecado que no se puede nombrar tiene un fundamento textual evidente y preciso, las novelas que he mencionado de Roberto Arlt, que funciona como una base a partir de la cual Bartís desarrolla toda una gama de posibilidades escénicas. En efecto, otra de las ideas clave de este trabajo tiene que ver con el concepto de transdiscursividad, definida como una relación discursiva entre diversas esferas de la cultura, específicamente en este caso la relación entre el discurso de la literatura y el discurso del teatro. El pecado que no se puede nombrar demuestra, por un lado, la incuestionable vigencia de Roberto Arlt en la cultura argentina de fines del siglo XX y, por el otro, la productividad de una estética que, como la de Ricardo Bartís, surja del cruce entre pasado y actualidad.